Votar es un deber ciudadano, pero fraccionar el voto se hace casi una obligación, porque con ello se ejerce un derecho cívico ciudadano y al mismo tiempo se rechaza a aquellos candidatos no potables de los diversos partidos participantes en la contienda electoral, esta vez a celebrarse el próximo domingo 15 del presente mes.

Fraccionar el voto es como una liberación democrática para que cada quien escoja al candidato de su preferencia y al mismo tiempo dé un voto de castigo a aquellos que por algunas razones se hacen inmerecidos de la confianza de los electores, o porque fueron impuestos por el dedo acusador y no por una elección popular, mediante convenciones internas partidistas como debe ser en cada proceso electoral.

El pueblo debe saber bien quiénes le representarán en el Congreso Nacional, recientemente salió a la luz pública que un gran número de los candidatos a diversas posiciones estaban ligados de manera directa o indirectamente al lavado de activos, mediante el narcotráfico u otros negocios ilícitos, lo que no deja de ser preocupante para la ciudadanía en general, ya que debemos suponer que los congresistas son quienes hacen las leyes, por lo tanto deben ser personas de conductas adecuadas para tales fines y no violadores de las mismas.

La ciudadanía está en la obligación de ejercer su voto como acto cívico y no patriótico, es por ello que debe conocer primero a plenitud a los candidatos a elegir y luego brindar el voto de confianza y para que mediante ese mismo voto se sienta debidamente representado ante el congreso.

La boleta fraccionada es una forma de permitir que el elector elija libremente a su representante, eso mayormente se hace en los países civilizados, en Alemania por ejemplo, las alianzas nunca se concretizan antes de las elecciones, sino luego de haber pasado la contienda electoral y sobre todo: solo con los partidos que alcanzan más de un 5 % de la votación general, porque existe la Ley de partidos, aunque esto no impide que aquellas organizaciones que no alcanzan este porcentaje y logren llevar algún representante congresual puedan sumarse apoyar a la coalición de partidos.

Estos partidos minoritarios aunque tengan representantes en el Congreso no tienen derecho a ocupar una bancada congresual, porque para ello cada uno debe sobrepasar al 5 % como lo exigen las leyes electorales, y dando una demostración de civismo.

El sistema de fraccionamiento en Alemania se hace de diferentes maneras: un mismo elector puede elegir al candidato principal de un partido por un lado, a los candidatos congresuales por el otro y por último al partido de su preferencia; mientras que las elecciones municipales y comunales se celebran por separado y en diversas fechas en cada uno de los estados federados.