La traición jruschovista

La traición jruschovista

La traición jruschovista

Nunca será suficiente la evaluación de los daños que Nikita Jruschov y su camarilla ocasionaron a los movimientos de liberación nacional y social de los pueblos del mundo que tenían en la Unión Soviética a un amigo incondicional, que garantizaba un mundo multipolar en donde los imperios del capital, encabezados por Estados Unidos, no se atrevían a realizar actos de lesa humanidad como los bombardeos a Irak y Libia, porque sabían que tendrían una respuesta contundente de la Unión Soviética.

La certeza de esos daños inconmensurables está evidenciada en la disolución en 1991 de la unidad más progresista de países y pueblos que jamás haya visto la historia humana: la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.

Los acontecimientos protagonizados en 1991 por el jruschovista Mijaíl Gorbachov fue la culminación de lo que había empezado en 1953 tras el Golpe de Estado ejecutado por Nikita Jruschov, luego del fallecimiento de José Stalin, y que tuvo su momento culminante en el XX congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética en 1956, donde fueron negados los principios fundamentales en los que estaba cimentada la URSS.

Después del golpe de Estado, los jruschovistas convirtieron la otrora economía socialista en una de capitalismo de estado, que transformó a la URSS de una democracia popular a una potencia social imperialista, socialista de palabras e imperialista en los hechos, que competía con los Estados Unidos por la hegemonía mundial.

La traición de Nikita Jruschov podría ser comparada con la liquidación de la Revolución Francesa por Napoleón Bonaparte, con la diferencia de que el primero camufló su traición con la bandera del socialismo, mientras que el segundo actuó en franca oposición a la república francesa, proclamándose emperador de Francia, que fue el principio de la posterior restauración de la monarquía borbónica.

Jruschov escindió el movimiento revolucionario internacional y su traición fue  un duro golpe a la lucha de los pueblos por su liberación nacional y social.

Al igual que revolución francesa, los reveses de la revolución bolchevique, son parte de los zigzags de la historia, en que la humanidad se encamina inexorablemente hacia un mundo más justo, equitativo y de paz, o contrariamente, hacia la barbarie y la desaparición de la especie humana.



Johnny Guerrero

*Es abogado. Secretario General del Capitulo dominicano de la Asociación Americana de Juristas (AAJ). Miembro de: Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH); Campaña Dominicana de Solidaridad con Cuba y Foro Social Alternativo (FSA).

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