La juventud dominicana merece mejores oportunidades. Es inaceptable ver a tantos jóvenes desempleados, muchos con títulos técnicos y universitarios, mientras otros no continuaron sus estudios porque tuvieron que trabajar, abrumados por la pobreza.

Es también inaceptable que precisamente por falta de apoyo del Estado miles de jóvenes, desesperados y por falta de orientación, caigan en la delincuencia, la prostitución y en el consumo de drogas, lacra social que afecta a gran parte de la sociedad dominicana.

Estamos a tiempo para emprender planes de apoyo a la juventud. El presidente Danilo Medina ha comprometido su palabra en ese sentido, aunque en la práctica no se ven los resultados.

Hay que apoyar a los jóvenes no solamente en sus estudios, sino de buscar la forma de conseguirles empleos. No soy experto en estos temas, pero me parece que el Gobierno podría otorgar incentivos especiales —más de los que tienen— a los empresarios para que fomenten nuevos empleos.

La tasa de desempleo total del país se estima en 14%. Sin embargo, el desempleo del conjunto de los jóvenes entre 15 y 29 años ronda el 27%. La situación es peor entre las mujeres jóvenes, las cuales, en ese rango de edad tienen una tasa de desempleo estimada en 38%.

En el primer trimestre de 2014, el Banco Central estimaba que unos 582,685 jóvenes dominicanos ni trabajaban ni estudiaban, sin oportunidades para desarrollar sus capacidades e insertarse en el mundo del trabajo.

Las estadísticas también dicen que 35, 000 muchachas de menos de 19 años se inclinan hacia la prostitución para sobrevivir.

Tienen hijos de padres desconocidos y otras contraen enfermedades catastróficas de difícil manejo.
Es evidente que la situación hay mejorarla con hechos concretos, no con promesas ni palabrería política barata.