La sabina,valioso árbol endémico de la isla

La sabina,valioso árbol endémico de la isla

La sabina,valioso árbol endémico de la isla

Debido a la falta de política de reproducción en el pasado su población mermó y está en la Lista Roja Nacional.

SANTO DOMINGO.-Por la acentuada y persistente fragancia de sus aceites esenciales, uno de los componentes químicos de la madera impregna a las prendas de vestir, las especies de sabina, es una de las maderas más preciadas y valiosas del país.

Esta es usada en la fabricación de armarios, revestimiento de clóset, escritorios y muebles.

El género de la sabina Juniperus en República Dominicana está representado por tres especies endémicas: Juniperus gracilior, Juniperus ekmanii y Juniperus urbaniana.

El revestimiento de clóset y muebles  en sabina reduce especie.

El revestimiento de clóset y muebles en sabina reduce especie.

Las primeras dos fueron explotadas comercialmente como maderas preciosas y aprovechadas en las zonas rurales para postes de empalizadas y leña para la cocción de alimentos por campesinos.

La última especie (J. urbaniana) no fue explotada porque es un arbusto de poca madera y poco frecuente en la Sierra de Bahoruco.

“El aroma que desprende la celulosa de la madera se adhiere a la ropa; quisiera todo el mundo tener un clóset de sabina, igual se hacen muebles, quizás hasta más duraderos que la caoba”, reveló David Espinal, ingeniero forestal, técnico del Viceministerio de Recursos Forestales del Ministerio de Medio Ambiente.

Mal manejo

De acuerdo con Francis Jiménez, subdirector técnico del Jardín Botánico Nacional, el mal manejo que se le dio, donde solo tumbaban y no plantaban, el uso de su madera, los incendios forestales y los efectos antrópicos han contribuido a su merma.

“La fragmentación de sus hábitats las ha llevado a ser incluidas en la Lista Roja Nacional en la categoría de Peligro Crítico de Extinción”, dijo Jiménez, quien especificó que está prohíbido su corte.

Presencia

Las especies de sabina se distribuyen en algunas partes de la cordillera Central, sierra de Martín García y la sierra de Bahoruco, específicamente en la parte sureste.

“Ellas nacen y crecen de forma espontánea, pero cuando uno trata de reproducirlas no prosperan con facilidad. Toma unos veinte años para desarrollarse y su madera presenta diferentes vetas o tonos rojizos”, detalló Espinal.
En la República Dominicana se llevan a cabo ensayos de crecimiento de la especie en Restauración, provincia Dajabón, explicó Jiménez.

La mayor producción de plantas se ha logrado históricamente en el vivero forestal de Rancho Arriba, provincia San José de Ocoa, añadió Espinal.

— Programa
El Jardín Botánico Nacional, en su plan de conservación de especies amenazadas, y el Proyecto Árboles del Kew Garden de Inglaterra, reproducen y conservan sus semillas.