La resaca de la Serie

La resaca de la Serie

La resaca de la Serie

Juan Mercado

La resaca de la celebración de la versión 58 de la Serie del Caribe debe servir para tomar muchas reflexiones.
Durante el evento se notó bastante el desencanto de los organizadores por el poco respaldo de los fanáticos dominicanos, quienes fueron indiferentes.

Y no era para menos, la motivación por parte de los organizadores fue prácticamente nula.

Recuerden que no fue hasta enero cuando se empezó hablar de la Serie del Caribe y se hizo solo en las transmisiones de los equipos de la Liga Dominicana.

En el transcurso del evento los responsables de la Serie, para salir del atolladero, utilizaron una mentira piadosa, que nadie se la creyó, diciendo que las boletas habían sido vendidas, pero los adquirientes no asistieron al estadio.

Para ese tipo de evento internacional se necesita involucrar más a los aficionados, a través de campañas publicitarias que abarquen todos los segmentos.

He visto que en los demás países donde se celebra la Serie del Caribe las ciudades llenan todas las calles de vallas y se crea un ambiente para ese evento.

La plaza de la capital se ha convertido en la más difícil de todas para los eventos deportivos, sin excepción. La capital, por mucho, es la peor sede para los torneos superiores de baloncesto y voleibol.

La pasada serie final entre Escogido y Licey ha sido una de las menos seguidas en los últimos años.

Es tanto así que esa serie creó menos emociones en los fanáticos que la celebrada entre los Gigantes del Cibao y las Estrellas Orientales.

Lo que acaba de suceder debe servir de enseñanza para que todos los que aspiran a montar eventos grandes en la capital no se descuiden del mercadeo.



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