Después de la muerte del dictador y de la conflagración de abril de 1965 el tema de la reelección presidencial ha estado muy presente en las discusiones electorales en República Dominicana, pero solo en una ocasión se ha cambiado la regla del juego para beneficiar a un presidente en ejercicio y los resultados no le fueron muy favorables.

Las veces que Joaquín Balaguer se reeligió lo hizo porque la Constitución vigente se lo permitía. Cuando en su mandato se produjo un cambio constitucional fue para imponer la no reelección, mandato que acogió y no se presentó en 1996.

Leonel Fernández tuvo que soportar que hasta un senador le mandara públicamente a “ponerse los pantalones” para cambiar la Carta Magna que le impedía buscar una reelección en el año 2000. Fernández no se dejó seducir.

Desoyendo todas las voces sensatas y la suya misma, Hipólito Mejía forzó una reforma constitucional que le permitiera buscar la reelección en 2004. Logró repostularse, solo para salir derrotado y con una pésima valoración al dejar la Presidencia. Mejía, además, sembró el germen de la crisis en su partido, que no ha podido volver a ganar ni una sola elección.

Tras su retorno al poder, Leonel Fernández volvió a acogerse a las reglas del juego vigente y tras dos mandatos (permitido por la reforma empujada por Mejía), salió del Poder para darle paso a su compañero de partido Danilo Medina.
Intentar alterar las reglas del juego traería intranquilidad y agitación política.
Ahí está la historia.