La protesta en Wall Street vista por un dominicano

La protesta en Wall Street vista por un dominicano

La protesta en Wall Street vista por un dominicano

NUEVA YORK.-Las calles del bajo Manhattan estuvieron abarrotadas ayer por una multitud que prácticamente paralizó el tránsito y la labores comerciales de la zona. Decenas de miles de newyorkinos decidieron salir y marchar en protesta por las ganancias cuantiosas de los bancos y las grandes corporaciones de Wall Street.

A ritmo, danzas, teatro y un colorido de arco-iris, las consignas se dejaron oír entre los ventanales de cristales como testigos inmóviles: más trabajo, menos recortes, que paguen los ricos; somos el 99%, ellos el 1% y se llevan el 99% de las ganancias, de quiénes son las calles, de nosotros, etc.

Sonaron las orquestas de música, tambores africanos, maracas, panderetas, castañuelas, la cuestión era hacer ruido.

Todo el mundo saltaba como si fuera una gran fiesta o un carnaval, entre abrazos y sonrisas, empalagaba el entusiasmo eufórico de que esta lucha los llevará a un lugar seguro. Cantando las penas para no llorar, pero con deseos de luchar.

Con una temperatura de 14 grados Celsius, tanto niños, ancianos, pero sobre todo jóvenes universitarios, demostraban, por cuarta semana consecutivas, que no abandonaran la zona de la Bolsa de Valores hasta que los oligarcas y explotadores paguen los impuestos y bajen sus niveles de ganancias.

En los últimos dos años New York ha perdido casi 200,000 mil puestos de trabajo y con tendencia real a empeorar.

La gran mayoría de los manifestantes eran obreros, profesores, empleados privados, desempleados, pobres, clase media, vendedores ambulantes, blancos, hispanos, negros, asiáticos. Una expresión genuina de lo que es la ciudad de New York, una ciudad de inmigrantes.  Del otro lado, de forma intimidatoria, una aparatosa presencia policial, buscando mantener a la raya a todo el mundo, arrestando a todo el que pasara la línea de control.

Aun pasada las doce de la media noche, la presencia de miles de manifestante continuaba sin que haya forma de pararlos.  Paralelamente más de veinte Estados y más de 70 otras masivas manifestaciones se dejaron escuchar a lo largo y ancho de la nación.

Los organizadores de esta marcha, sindicatos, organizaciones comunitarias, unión de estudiantes, etc., se sumaron a los ocupantes de la zona, ocupación que han denominado como el inicio de la revolución americana.

Se espera que las protestas se incrementen sin temor a ser apresados.

 

*El autor es dominicano, director ejecutivo del Centro Hermanas Mirabal, en Nueva York y columnista colaborador de El Día.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 



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