Santo Domingo.-En el terreno donde fue hallado el cadáver de una persona aún no identificada había una fosa y se sospecha que funcionaba un centro de tortura de una banda de sicarios.
Basilio Pérez Cuevas, uno de dos presuntos sicarios ultimados el sábado en un intercambio de disparo con agentes policiales, figura como propietario del lugar.
El hallazgo de la fosa, en la cual había al menos tres tanques que eran utilizados para hacer desaparecer los cuerpos de las víctimas, que además eran recubiertos con cal para evitar el mal olor, se produjo en las inmediaciones del aeropuerto El Higüero y el vertedero de Duquesa, durante un allanamiento realizado por la Policía.
Se trata de un terreno apartado, ubicado a unos 100 metros de la carretera que va al aeropuerto.
El vocero policial, general Nelson Rosario, dijo que se presume que en el lugar podría haber varios cadáveres, por lo que continuarán las investigaciones. Mientras los vecinos del lugar se negaron a dar declaraciones a la prensa por temor a represalias.
Según la Policía, la banda a la que pertenecían Pérez Cuevas y Kelvin Ramírez Castro planificaba ejecutar a personalidades que mantienen una firme lucha contra el narcotráfico.
La información que manejaba la Policía era que el grupo tenía varios cadáveres en fosas y que se proponía realizar otras actividades de alto riesgo contra personalidades del país.
Al grupo de sicarios le incautaron varias armas de fuego, incluido un fusil M-16, chalecos, balas, celulares e insignias militares
Cobro de deudas y otros ajustes
En el lugar del hallazgo del cadáver apenas hay una casucha en la que vivía un haitiano que logró escapar.
Pero según la Policía, este sitio era utilizado para hacer cobros de deudas y ajustes de cuenta mediantes torturas y hasta la desaparición física de las víctimas.
La propiedad es de difícil acceso y está ubicada en un promontorio desde el cual se puede divisar a lo lejos cualquier persona que se acerque, está rodeada de yerbas, matas de plátano y guineo, lo que oculta la vista desde la vía principal, a pesar de que está a menos de 100 metros.
Además de la casucha y la fosa, en el lugar hay dos letrinas y en el hoyo de una se pudo observar algunos pantalones y camisas. La PN presume que allí podría haber más cadáveres.