Punta Cana se ha convertido en el principal punto de entrada y salida aeroportuaria de República Dominicana gracias al desarrollo turístico de la zona.

Esa zona constituye un referente de lo que puede hacer un sector privado responsable y visionario.

El aeropuerto de Punta Cana fue una respuesta privada a la necesidad de facilitarles la llegada a los turistas que visitaban los hoteles de allí. Esa obra de infraestructura fue puntal del “boom” tanto de Punta Cana misma como de Bávaro.

Incluso, la infraestructura base para el desarrollo de Punta Cana fue iniciativa privada, de los inversionistas que desarrollaron ese polo turístico.

El gran flujo de pasajeros del citado aeropuerto ha motivado la construcción de una nueva terminal, también construida por los propios inversionistas.

Hay que insistir en que ese es un modelo único de desarrollo en el país, que indica lo mucho que puede lograr un sector privado responsable y sin vocación al parasitismo.

Felicitamos a los inversionistas que durante el fin de semana inauguraron una nueva terminal en el aeropuerto de Punta Cana.
La visión empresarial que se ha impuesto en la zona este del país lleva por nombre Frank Rainieri y Audée Kuret de Rainieri, quienes han desarrollado un polo que enorgullece a los dominicanos.

Hay muchas áreas donde se requiere ese espíritu empresarial, la eléctrica por ejemplo, en la que el parasitismo, el rentismo y los timos no sean ejes de las relaciones con el Estado.