Santo Domingo.-  Su “inoportuna presencia” las ha convertido en un ente de intranquilidad entre la mayoría de las personas, quienes tienden a rechazarlas con un sorpresivo manotazo para aislarlas de su entorno cuando llegan a perturbarles.

Se trata de las moscas comunes o domésticas, organismos de la familia Muscidae, sinantropicos que, paradójicamente, pese a la animadversión que se les tiene, su hábitat preferido es alrededor de actividades humanas y debido a esto forman parte de la cultura de los seres vivos.

Si bien se pueden catalogar como domésticas, existen variedades de especies que son similares a las viven en los hogares.

De acuerdo con Crispher Esquea Cepeda, técnico del Vice ministerio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, la mosca que probablemente esté volando en este momento por cualquier vivienda o espacio público es la denominada “Musca Domestica (L. 1758).

Habita por doquier
“Su nombre de clasificación no es coincidencia, puesto que una de las características de esta especie es que está en casi en todos los centros urbanos o donde viven personas”, indicó.

Esquea afirma que el nombre de este insecto fue dado por Carlos Linneo en 1758, quien es también el autor del sistema binomial usado hoy para establecer nombres estándares a las diferentes especies.

Las moscas de esta especie usualmente viven de 2 a 4 semanas, y se conocen las hembras adultas; logran colocar unos 500 huevos en grupos de 75 a 100 cada vez que seleccionan un lugar para depositarlos durante este tiempo.

Las larvas se desarrollan entre 4 y 13 días en condiciones ambientales óptimas.

Vectores patógenos
Son potenciales vectores de patógenos (hongos, bacterias, virus y nematodos), debido a que viven y se desarrollan alrededor de material orgánico en descomposición donde se alimentan y reproducen.

Rol ecológico
Al igual que muchos insectos, sirven de control biológico y para mantener la cadena alimenticia de otras especies más grandes. Existen más de 80 especies de este tipo.