La mafia en el deporte

La mafia en el deporte

La mafia en el deporte

Hugo Lopez Morrobel

El boxeo es el deporte más vilipendiado, es una especie de hombre enamorado, o “asfixiao”, como dicen en los sectores populares, al que todo lo malo se le pega.

No hay un solo combate de importancia donde no surja de cualquier sector una acusación de que en el triunfo, a menos que no haya sido por nocaut, incluso fulminante, no hayan intervenido las manos de la mafia.

Es cierto que se ha demostrado que eso ha ocurrido en muchos casos, pero ¿en qué deporte no ha ocurrido y sigue sucediendo esa práctica dañina para la buena imagen del mismo?

Hoy no existe una sola actividad en donde no se denuncie, y se demuestre con datos, que existen elementos extraños que intervienen en los resultados de partidos, peleas y otros espectáculos deportivos, pero en mayor medida en la administración de recursos por parte de los dirigentes.

Y eso está demostrado con el último mega escándalo en la FIFA, donde todavía ayer seguían cayendo turpenes de alto calibre.

El boxeo es la actividad en la que se hacen más acusaciones, y ello se debe a que muchos de los que han manejado las carteleras han tenido un historial delictivo, e incluso algunos de los pugilistas.

Sin embargo, hoy estamos ante la necesidad de examinar con lupa a todos los deportes, en especial profesionales, que en muy raros casos escapan a esa realidad.

Mientras tanto, seguimos en pelota, porque la lucha en el Round Robin está de lo más interesante, en especial por el segundo puesto, dado que Licey se mantenía hasta anoche como un “trinquete”.



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