La falta de información oficial, el morbo y la certeza de que existe una real son elementos que darán pie al surgimiento de numerosas listas apócrifas con los supuestos señalados como sobornados por la constructora brasileña Odebrecht.

Un principio elemental en comunicación indica que la mejor medicina contra el rumor es la información oportuna.
En este caso estamos viendo cómo el rumor toma tanta fuerza, que se corre el riesgo de que al final de la jornada el cuestionado sea el listado real.

EL DÍA ha reclamado a la Procuraduría General de la República el cumplimiento de la promesa de que entregaría el 19 de mayo pasado los nombres de los funcionarios que habrían recibido sobornos.

Sin embargo, días antes de esa fecha se dijo que esa información se daría luego de procesados los documentos provenientes de Brasil y su correspondiente sometimiento a la Justicia.

Con eso, la Procuraduría busca que no haya imputaciones injustas o sin sustento, pues no podría pretender ocultar la identidad de algún imputado, ya que de todas formas se sabrá por tratarse de un caso con ramificaciones internacionales.

En tal sentido, con acelerar el suministro de las informaciones oficiales y sustentadas le estaría haciendo un servicio a la tranquilidad de funcionarios o exfuncionarios que están libres de culpa.

Pero lo más importante, el deber fundamental de la Procuraduría es elaborar buenos expedientes y garantizar que los responsables paguen por sus culpas.