La Liga de Béisbol y la prensa

Recibí una atenta comunicación del amigo Valentín Contreras, coordinador de Operaciones de la Liga de Béisbol Profesional, en la cual destaca los pasos que está dando el presidente de esa entidad, Vitelio Mejía, para mejorar las relaciones con la prensa deportiva.

A continuación el texto: Como de costumbre, al leer tu columna de hoy, me encuentro con tus quejas sobre el uso dado históricamente al Palco de Prensa del estadio Quisqueya, Juan Marichal, hogar en cada partido de los honorables miembros de tu clase.

No me voy a referir a tiempos pasados, porque al no estar ligado a la entidad en ese entonces, carezco de argumentos sólidos para referirme al tema.

Sin embargo, quiero, en un acto más que de defensa a la incipiente gestión del Licenciado Vitelio Mejía Ortiz, al frente de la Liga, hacer justicia con lo que ha sido y es la actitud de respeto y apoyo a la crónica deportiva que visitan el llamado “Séptimo Cielo” por parte del presidente desde su llegada a dirigir la institución.

La primera medida de cara al torneo pasado fue devolver un palco que se le había eliminado a la prensa, recuerdo que dijo, cito: “El palco de prensa es para los periodistas”, y así instruyó al director de Comunicaciones, el licenciado Filiberto Fernández, bajo mi supervisión (por la estrecha relación que tengo con ustedes), a fin de que se cumpliera cabalmente lo instruido.

Lo segundo fue independizar un salón para los editores deportivos, donde podrían, si así lo necesitaban, sostener reuniones privadas, con pantallas incluidas.

Es una pena que tú no visitas el palco, porque de lo contario fueras testigo de excepción de lo que hoy te doy a conocer.

Ordenó aclimatar el área y habilitó un sistema de pantallas con todos los partidos del interior, para facilitar el trabajo periodístico.

Semanalmente subía al “Séptimo Cielo” a verificar que el trabajo se cumpliera a cabalidad, y ahí recibía sugerencias que incorporaba, si veía méritos.

En diciembre celebró un compartir navideño y ahí se pasó revista en franca camaradería al desarrollo del torneo. Luego vino el fatídico incendio y lo primero que hizo fue rogar por su restablecimiento, en virtud de que ese era un patrimonio de la crónica deportiva, por donde había pasado lo mejor de nuestro periodismo deportivo.

inalmente, cuando el Gobierno anunció la recuperación del palco, lo primero que hizo fue nombrar dos cronistas deportivos como veedores, Renaldo Bodden y Rolando Guante, de calidad profesional y moral incuestionables, para asegurar una mejor obra.

Finalmente, te comunico que por instrucciones del presidente, que la Lidom está abierta a cualquier sugerencia que en aras de ampliar la labor del cronista deportivo sea necesario.