La integridad, una virtud muy mencionada, pero poco emulada

La integridad, una virtud muy mencionada, pero poco emulada

La integridad, una virtud muy  mencionada, pero poco emulada

Mayra de Peña

La riqueza de un hombre no se mide por las cosas que posee, sino por aquellas que no cambiaría por dinero.

Tomando como referencia la frase que antecede, solo puedo decir que la pobreza en grado superlativo está colmando la humanidad, pues en nuestros días nuestra sociedad mide la riqueza por el dinero que el hombre posee y es precisamente esto lo que ha hecho posible que una virtud tan preciada por Dios como la integridad, sea la gran ausente.

Sólo el íntegro es capaz de no cambiar su esencia y sus ideales por dinero. El íntegro es coherente con lo que predica, no actúa de acuerdo a las circunstancias y conveniencia.

Lamentablemente en la actualidad, en todas las esferas de la sociedad y credo, los avaros y ambiciosos -entre ellos muchos de los que dicen hacer política, -concepto muy mal manejado-, esa valoración está desfasada.

En la Biblia encontramos muchas referencias en torno a la integridad, pero a mi particularmente me satisface en gran manera lo expresado en Tito, cap. 2 vers. 7 y 8, y dice: “Presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros¨.

Creo que la clave para llegar a ser íntegros es intimar con Dios, pues cuando intimas con Él lo conoces a plenitud, lo amas, aprendes de su carácter y quieres agradarlo.

El Señor se convierte en tu modelo a seguir y la integridad es uno de sus atributos. El íntegro vive bajo otra perspectiva, profundiza en torno a lo que realmente debe ser valorado, y definitivamente madura.

Ser íntegro nos ayuda a vivir en paz, a dormir toda la noche, a no temer a las críticas acerca de nuestra persona. Las relaciones interpersonales son mucho más fructíferas y verdaderas (familia, matrimonio, amigos) y es que Dios no se equivoca al darle a la integridad un sitial preponderante dentro del proceder de sus hijos.

El mundo perece por falta de integridad y en cada uno de nosotros está el que este escenario cambie. No esperes a ver el cambio en tu prójimo, esto lo tienes que hacer tú, y con la ayuda de Dios todo es posible!!



Mayra De Peña

Lic. en Contabilidad, egresada de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), graduada de Periodista, en el Instituto Dominicano de Periodismo (IDP). Locutora, con un Diplomado en Comercio Exterior, y Diplomado en Política Estratégica. He desempeñado diversas funciones dentro del sector Privado y Gubernamental. Hija de Dios y amante de la naturaleza. Creo en vivir a plenitud de manera equilibrada y en lo significativo de quererse y valorarse como individuo. Soy una feliz madre de tres hermosas hijas, creo en el matrimonio, en la institución familiar y en la importancia de predicar con el ejemplo. Amo escribir y con ello transmitir mi sentir y sobre todo tengo en alto estima alimentar el espíritu, pues de él mana la vida.

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