Santo Domingo.-La incontinencia urinaria  puede afectar  las relaciones íntimas y, muchas veces, la  vergüenza que produce la pérdida de orina limita  emocionalmente al paciente y lo aleja  de la intimidad con otras personas.

La doctora Zeidy Parra de Cabrera apuntó   que, otras veces, además del daño emocional, puede haber repercusión en los órganos relacionados con las relaciones sexuales: en los hombres la impotencia o la disfunción eréctil puede ser frecuente y en la mujer la resequedad de la vagina que acompaña a la menopausia y que facilita la incontinencia de esfuerzo suele ser la regla.

La  incontinencia urinaria se define como la pérdida involuntaria de orina y puede ser temporal o duradera. 

La especialista en áreas de geriatría y gerontología explicó que es un síntoma que acompaña a múltiples enfermedades y problemas de salud a cualquier edad, pero es mucho más frecuente en personas de la tercera edad.

 Los escapes

“Es por eso que muchas veces se interpreta que tener estos escapes es algo normal en los envejecientes, pero lo cierto es que es un problema de salud con un impacto físico y emocional importante”, contó.

Citó que en  los hombres es más frecuente después de los 60 años y está relacionado sobre todo con problemas prostáticos y cirugías de próstata.

Dijo que cuando esta glándula se inflama, ya sea por una prostatitis crónica, la hiperplasia o el cáncer, el paciente tiene dificultad para evacuar la vejiga   por el crecimiento prostático, lo que hace que se vacíe de manera espontánea por rebosamiento y ocurra la pérdida incontrolable de la orina de manera cuantiosa.

Recomendó  acudir siempre al médico, no importa la cantidad de la pérdida o la edad, siempre habrá una solución para cada caso.

  Parra dijo que los especialistas más  indicados son los urólogos,   geriatras e internistas con conocimiento sobre el tema. Un adecuado manejo y diagnóstico pueden curar la incontinencia u ofrecer soluciones parciales a este delicado problema de salud.