La herencia y el conflicto

La herencia y el conflicto

La herencia y el conflicto

Alexis Rafael Peña.

A diario converso con personas los cuales vienen a plantear situaciones que tienen con algún familiar, sea hermano, tíos, sobrinos, primos u otros cercanos, en donde su conflicto existente es en torno a una propiedad dejada por una persona fallecida.

La propiedad o está en uso por uno de los familiares o se encuentra abandonada, dada las situaciones ocurrida entre ellos y realmente hace de los familiares una división personal eterna y en ocasiones se torna tensa y a la vez violenta, las cuales han ocurrido desgracias.

Por suerte de las personas implicadas, existen los mecanismos para resolver conflictos en esa situación, ya que solo existían para resolverlos los tribunales y dicha decisiones son obligatorias para todas las partes involucradas.

Sin embargo, en la mediación de conflictos, la herencia puede ser dialogada y solucionada con herramientas que facilitan a las personas, un mayor acercamiento y a la vez retomar la familiaridad entre los mismos.

Las personas que no conocen la mediación entiende que las decisiones las toman las personas mediadoras, al principio del dialogo y a través de esos mecanismos bien aplicados, se dan cuenta que ellos mismos están ofreciendo las soluciones, que quien suscribe entiende que entre estos hay un apoderamiento del conflicto y que solo ellos mismos pueden solucionarlo.

La solución no es lo que uno cree del otro, no, la solución son las diversas opciones planteadas en la mesa redonda, la cuales son socializadas e importantizadas por ellas, moderadas por supuesto por la persona mediadora.

Solo de esa manera se les ocurre ver el conflicto de manera positiva y la posible solución. La persona que hace el rol de juez, emite una sentencia según le hace posible la ley y en mediación no impera la ley, lo que se impone es lo que ambas partes deciden en su momento y listo.

Lo que ellos y ellas decidan en la mesa redonda, es a partir de ese momento la solución y son estos como protagonistas que deben canalizar a partir de ese posible acuerdo, un mecanismo viable y confiable.

Al llegar a un acuerdo, la paz, la concordia y la armonía regresa a la familia, al contexto de la comunidad y por supuesto a la sociedad. Hoy debemos apoyarnos en la resolución de conflictos para buscar alternativas viables ante las situaciones que han ocurrido en el presente, olvidarnos de lo que ocurrió ayer y visualizar el futuro, prospero y diferente para toda la familia.



Alexis Rafael Peña Céspedes

Periodista, abogado y mediador certificado.

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