La hemorragia digestiva alta es una amenaza para la vida del paciente

La hemorragia digestiva alta es una amenaza para la vida del paciente

La hemorragia digestiva alta es una amenaza para la vida del paciente

Según diversos estudios, la hemorragia digestiva alta es un problema común a nivel mundial, con una tasa de morbi-mortalidad que va de un 3 a 14 % de los pacientes en países desarrollados, un alto impacto económico para el sistema de salud.

Se estima que la frecuencia reportada en la literatura de estudios de países desarrollados varía de 36 a 170 casos por cada 100 mil habitantes. Pero, ¿qué es la hemorragia digestiva alta (HTDA) no variceal?

La enfermedad

De acuerdo a Ángel José Gómez Cruz, gastroenterólogo-endoscopista en los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemédicas (Cedimat), es aquella que se origina en el tracto gastrointestinal alto, que va desde el esófago hasta el duodeno y cuya causa no es por várices gastroesofágicas.

Esta se caracteriza clínicamente por la presencia de vómitos sanguinolentos u oscuros o por evacuaciones negruzcas.

Al hablar sobre el tema, el galeno explica que se refiere a cualquier sangrado que se origine en el tubo digestivo. Según su origen, también se clasifican en hemorragia de intestino medio, cuando se originan en el resto del intestino delgado, y hemorragia baja, cuando es dependiente del colon. Con frecuencia, las hemorragias altas suelen tener un curso más agudo que las bajas.

Síntomas

Los síntomas son característicos y no dan opción a dudas. Lo que supone mayor problema es determinar su origen y su causa, las cuales pueden ser numerosas. “Generalmente las hemorragias digestivas altas están relacionadas al uso de fármacos”, señala el gastroenterólogo.

Advierte que esta enfermedad se convierte en una “alerta” para el paciente cuando presenta signos clínicos como: vómitos oscuros (color café), vómitos sanguinolentos o con coágulos, así como la evidencia de evacuaciones oscuras, pastosas y fétidas.

“Aunado a esto, la presencia de debilidad generalizada, taquicardia, hipotensión, sudoración profusa y palidez son señales de una hemorragia, la cual puede comprometer seriamente la vida del paciente si no recibe asistencia médica inmediata”, agrega.

Gómez Cruz dice que la medida preventiva más efectiva es el uso de fármacos que inhiben la producción de ácido estomacal, así como la erradicación del Helicobacter Pylori (bacteria que habita en el epitelio gástrico humano) en pacientes con antecedentes de sangrado.

Diferencias

La hemorragia digestiva alta se presenta con vómitos de sangre, coágulos o vómitos oscuros color café, acompañándose también de heces pastosas de color negro brillante y de mal olor, producto de la descomposición de la sangre en el tubo digestivo; mientras que la baja se acompaña con evacuaciones con resto de sangre fresca o la presencia de un sangrado rojo rutilante.

Si no se tratan a tiempo, según Gómez Cruz, la pérdida masiva de sangre puede provocar un choque hipovolémico. Esto puede llevar a un aporte insuficiente de sangre a los diferentes órganos, produciendo así, la falla multiorgánica que, de no corregirse a tiempo, lleva a la muerte.

Atención temprana

“Acudir de manera temprana a emergencia permite al gastroenterólogo, mediante las diferentes escalas de estratificación, identificar a los pacientes de mayor riesgo, valorar su estado hemodinámico, requerimiento de transfusión y necesidad de hospitalización con fines de intervención endoscópica temprana”, destaca el galeno.

Contar con un equipo médico certificado y multidisciplinario garantiza un manejo pre-endoscópico apropiado, reduciendo así, la necesidad de cirugía y la mortalidad en los pacientes hospitalizados.

La endoscopia se debe realizar en las primeras 24 horas del ingreso en los pacientes hemodinámicamente estables. Sin embargo, Gómez Cruz expone que aquellos que se encuentren en una condición inestable (taquicardia, hipotensión, vómitos sanguinolentos persistentes), deben ser trasladados a la Unidad de Endoscopia en las primeras 12 horas del ingreso con fines de mejorar los resultados clínicos.

Para ayudar a la recuperación del paciente, el especialista sugiere que el afectado use protectores gástricos hasta conseguir la cicatrización de la mucosa. Además de retirar los fármacos desencadenantes de la enfermedad, disminuir las dosis de los fármacos que no pueden ser retirados o la no combinación de los mismos.

Paso esencial

“Es vital erradicar el Helicobacter Pylori y dar seguimiento endoscópico al paciente. Estos son los mecanismos preventivos con mayor evidencia médica en la actualidad”, explica el especialista.

El tratamiento endoscópico está indicado en pacientes con lesiones de alto riesgo (sangrado activo o riesgo alto de re-sangrado).

El gastroenterólogo debe contar con las herramientas necesarias y dominar las diferentes técnicas de terapias endoscópicas con fines de controlar el sangrado, como son la terapia de inyección (adrenalina y solución salina), terapia térmica (electrocoagulación por contacto o por gas argón plasma) y terapia mecánica (clips hemostáticos).

Reporte de estudios

Según estudios, en Estados Unidos y Europa reportan que hasta un 8 % de los pacientes hospitalizados, en una primera endoscopia terapéutica, pudieran no controlar el sangrado y el paciente requerir una segunda intervención endoscópica.

Identificar los factores de riesgo en una etapa temprana asociados a desarrollar una hemorragia gastrointestinal alta es la piedra angular del manejo preventivo, asegura el especialista.

Decisiones correctas

—1— Recomendación
Es necesario acudir a un centro de salud que cuente con un equipo médico multidisciplinario y certificado.
—2— Elección
Escoger una institución que tenga los recursos necesarios para brindar alternativas terapéuticas al paciente.
—3— La meta
Disminuir la morbi-mortalidad con un adecuado manejo.

Tecnología da más garantía de recuperación

Para los pacientes que no responden a un segundo manejo endoscópico, ser hospitalizados en una institución que cuente con la tecnología de punta le permite al gastroenterólogo contar con alternativas de manejo para estabilizar hemodinámicamente al paciente y controlar el sangrado como lo es la embolización angiográfica (técnica disponible en nuestro centro) o el manejo quirúrgico cuando todas las técnicas previas han fallado.



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