"El reencuentro", fotografía de Aracelis Mena, ganadora del primer lugar del concurso "Poetizando la fotografía" auspiciado por el ministerio de Cultura.
Por Ana Lantigua
La fotógrafa Aracelis Mena ganó el primer lugar en el concurso y exposición fotográfica «Poetizando la fotografía colonial«, auspiciado por el Ministerio de Cultura.
Aracelis, fotorreportera del periódico Hoy, fue escogida entre 68 participantes en el concurso. Es una veterana con trayectoria impecable en la fotografía dominicana, dijo Karina Narpier, quien imparte los talleres fotográficos previos al concurso.
Un sentimiento de orgullo y felicidad es lo que acompaña a la artista, quien expresa que «un concurso no es ganar o perder, es ganar o aprender».
Mena exhortó a los más jóvenes que también quieren incursionar en concursos, para que al fotografiar lo hagan con el alma y no con la cámara «ya que la cámara capta la imagen, pero si no le pones sentimiento no te sale lo que quieres proyectar».
Como premio, se le otorgó una medalla, pero su satisfacción no es por lo que ha recibido, sino por lo que esto significa para su carrera, manifiesto Mena tras recibir el premio.
Narpier, Aracelis Mena, Yaniris Espinal y Kalil Michel.
La obra de Mena lleva por título «El reencuentro» y está acompañada de un poema de la autoría de Yaniris Espinal. El título como el poema fueron escogidos por el jurado evaluador del concurso.
La foto muestra un espejo en el que se ve parte de una cama, un cuadro y una modelo frente a una ventana. Está colocada en el Alcázar de Colón, junto a una colección de 136 artistas.
La exposición, que estará por dos semanas, es un homenaje al arte en general y al patrimonio dominicano, que trata todo lo transcurrido en la época colonial de 1512 a 1570.
Poetizando la fotografía colonial
«El reencuentro«
Aracelis Mena, reportera gráfica del periódico Hoy.
Había llegado la hora del último encuentro con la otra. El misterio del espejo la atormentaba, recordaba su edad de inocencia y la
insistente voz de su madre.
—Solo refleja la realidad Alama, y a quien tú ves, esa, eres tú…
Nada, nadie pudo convencerla, siguió creyendo en la existencia de ese mundo en el que existía otra igual a ella, la que acudía al espejo […].
Y en ocasiones era en verdad la otra. Sentimientos, emociones y vivencias no eran propios, provenían de la otra, la del espejo.
(Texto de la poeta Yaniris Espinal).
