La escuela politizada

La escuela politizada

La escuela politizada

La escuela dominicana, es decir, la instrucción pública, se ha convertido en tonel sin fondo y en un problema sin solución para la sociedad dominicana, que siempre aboga por una educación de calidad y realmente competitiva.

Son muchas las causales que provocan que la enseñanza sea cada vez más deficiente y que el país siempre ocupe los últimos lugares en las evaluaciones y mediciones internacionales, pero la politización de la escuela es una de las más graves, aunque nunca se trate el problema.

Comenzando por el gremio que agrupa a los maestros y sus luchas partidarias intestinas siempre llevadas a las aulas, está la toma de los partidos políticos, que cuando asumen el poder toman el control de los docentes, del personal administrativo y hasta de los servicios colaterales que se ofrecen, incluyendo la alimentación de los educandos o estudiantes.

El 4 % del Producto Interno Bruto motivó la realización de grandes jornadas para asignar una suma millonaria a la educación, como forma de fortalecer la enseñanza, y con ello disminuir la gran brecha entre ricos y pobres, pero no se ha reflejado en la mejoría de la enseñanza.

Pese a que se construyen grandes y muchas estructuras en todo el país, nada ha cambiado, porque siempre está presente el partido y el clientelismo, a nadie se nombra por capacidad o calidad, sino por su militancia partidaria. De ahí que la escuela no juega efectivamente su rol en la construcción del porvenir.

Profesores literalmente analfabetas, no todos, claro, pero la mayoría, son los dueños de las aulas, razón por la cual se ha perdido la instrucción moral y ética y con ello los valores elementales que antes eran nuestro orgullo.

Si no despolitizamos la escuela, todo esfuerzo será en vano y a las universidades seguirán llegando muchos bachilleres sin formación.

¡Señores políticos, por favor, salvemos la escuela! Ayudemos al país, sacando el partidarismo de las aulas.



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