Cada cierto tiempo surgen casos de supuestas empresas que bajo un esquema piramidal terminan provocando grandes pérdidas a una gran cantidad de personas.
Algunas lo hacen mediante un simple sistema de recolección y captación de personas, mientras que otras lo hacen a través del suministro de mercancías y también la captación de personas.
En cada caso los incautos terminan perdiendo parte o todo el capital inyectado a este tipo de mecanismo, mientras que los ideólogos sacan grandes beneficios.
Incluso, hay estructuras medias que sacan beneficios limitados, pero suficientes como para convertirse en los mayores captadores de incautos y los principales promotores de esos modelos.
La historia a nivel mundial ha demostrado que la vocación de los modelos piramidales es el fracaso para los que son reclutados.
Decenas de miles de dominicanos se enfrentan actualmente a la angustia de quedar atrapados en uno de esos mecanismos y perder mucho dinero. Algunos temen perder mucho más que sus ahorros, pues llegaron hasta a hipotecar sus viviendas para invertir en lo que se conoce como TelexFree.
Además de los dramas que empezarán a surgir, sale a relucir un elemento que debe llamar a preocupación a las autoridades nacionales: en el país no hay legislaciones que regulen a este tipo de empresas, lo que genera un vacío jurídico aprovechable por los promotores de estas actividades.
Hay que tomar correctivos duraderos.