La cultura del consumo

La cultura del consumo

La cultura del consumo

La sociedad dominicana está alcanzando cambios en su cultura de consumo en todos los órdenes, fruto de la gran cantidad de bienes y servicios que existen ahora y que no teníamos hasta hace unos años, pero este incremento de consumo se debe a varios factores, fruto de la “vida moderna” que muchos dicen llevamos hoy.

Si comenzáramos a mencionar estos factores no acabaríamos ahora, y la forma en que estos bienes tangibles e intangibles han transformado nuestras vidas en un tiempo acelerado.

Por ejemplo, la gran cantidad de información con la que contamos, gracias a la tecnología, las TIC, las nuevas técnicas que el hombre ha desarrollado en la búsqueda de conocimientos frescos e innovadores, donde la estandarización del concepto ha quedado en el pasado.

Pero a partir de lo que hemos mencionado anteriormente, podemos referirnos al panconsumismo (todo es consumo) que vive el país en estos días, esta es una expresión cultural asociada a las nuevas formas y estilos de vida que tiene la gente, sin importar los estratos sociales a los que pertenezca.

Si nos damos una vuelta por la ciudad capital solo basta observar el desarrollo de las grandes cadenas de tiendas que se han instalado en el país, nacionales e internacionales, fruto de la expansión en la búsqueda de nuevos mercados.

Estos comercios ofrecen un sinnúmero de productos y servicios que vienen a impulsar la tentativa de compra para atraer a los consumidores, desplegando estos su ya creada cultura del consumo.

En atención a esa realidad, queremos citar a uno de los empresarios más conocidos del país, José Luis Corripio Estrada (Pepín), quien afirma que “la instalación de tantos centros comerciales y cadenas de tiendas en el país podrían resultar un problema para un mercado tan pequeño como el nuestro”.

¿Pero son éstas grande tiendas o cadenas comerciales las culpables del panconsumismo que vivimos hoy? Yo pienso que no, más bien es la transformación de las pretensiones de consumo insaciables que tiene el hombre del siglo XXI, que antepone sus deseos por encima de su necesidad, ya que los deseos son como los sueños, inagotables.

En el país la cultura de compra se fue transformando rápidamente y los ciclos de compras se tornaron cada vez más cortos, se ven afectados por la transculturación, que es como la brisa, llega y pasa sin avisar.

Pero en nuestros días se impone la cultura del mercado, lo que ha provocado un cambio en las actividades de las personas en función de sus verdaderas necesidades y deseos, por lo que los competidores impulsaron dichos cambios hacia los clientes y consumidores.

Una de las críticas que hace la misma sociedad a la cultura del consumo es a causa de la fuerza del capitalismo, que se impone en una economía más o menos globalizada de la que somos parte activa, se han roto todos los paradigmas del consumo atraídos por el placer que provoca el mismo consumo.

Si bien es cierto que el hombre es un ser cultural, el consumismo pasa a ser parte de la nueva cultura del consumo.

*Por Rafael Delio Gómez



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