La Caravana Americana

La Caravana Americana

La Caravana Americana

Después que Xoel López, el cantautor de orgullo gallego que actuó en Casa de Teatro, de Santo Domingo, y luego de que completara sus visitas por las Américas, éste invitó a todos ‘sus visitados’ a España para clausurar su soñada Caravana Americana, con una ‘tourné’ que nos llevó por Vigo, Bilbao y Madrid, en un recorrido de invaluable riqueza intelectual, musical, y sobre todo vivencial.

Eso, que dicho así suena a tour de agencia de viajes, fue un acontecimiento para quienes apreciamos y defendemos la canción como obra artística capaz de despertar emociones, para quienes vemos la canción como una pieza que exhibe caminos, vericuetos y paisajes de humanidad; también fue extraordinario aquel encuentro para quienes saben que la canción narra pasajes de autores completamente libres, sólo atados a sus historias y visiones que no le dejan dormir en paz.

Hubiésemos formado un congreso de 32 creadores, pero el consulado español en Colombia, la puso difícil para tres colegas que nunca llegaron, aunque fueron los más queridos. Ibamos en autobús corriendo por las autovías ibéricas, mirando paisajes y debatiendo sobre acordes, soluciones gramaticales, licencias, motivos de inspiración, temas; y naturalmente, en ‘la cocina’ se cantaban, sin parar, canciones que no se escuchan en la radio porque no les interesan a los programadores o porque ‘le tumban la programación’. (La radio es el mejor camino para adormecer rebeldías, hoy día).

EN VIGO, Pontevedra, en el ‘Pavillion des Traviesas’ encontramos un público amistoso, esperanzado en reconocer canciones de Xoel, Ivan Ferreiro y oir la gaita de Xosé Manuel Buriño. Pero le dimos más que eso: sonaron las nuevas músicas, las novísimas de las Américas, interpretadas por creadores que compartieron coros, escenarios, micrófonos, guitarras y propuestas con Xoel.

EN BILBAO, la exposición sería en el Teatro Campos Eliseos, pero a última hora cambiamos y allí se apareció el público en busca de las caras y sonidos de la Caravana Americana, siempre iniciada por Xoel y una banda formada por músicos de Argentina, Cuba y España, a la que siempre se sumaban las guitarras de Brasil, Uruguay, Chile, Estados Unidos, Portugal, Venezuela, Galicia y República Dominicana. 

Y MADRID nos recibió en el Circo Price, en un encuentro con muchísima gente, que se volvió concierto por los ‘bises’ del final, las cámaras, la muchedumbre y los gritos de seguros militantes de la canción que no se oye en la radio, pero que todos corean o bailan desde el principio al final.

Así la Caravana Americana, que ideó Xoel López, resultó ser mucho más de lo esperado. Además de espectacular, reunió durante 11 días, en un autobús con vida propia, a las experiencias de creadores de nuevas músicas de las Américas, quienes pudieron intercambiar sus canciones, formas de hacerlas, sonidos y llegar hasta la médula de la finca de sus creaciones.

 

La Caravana Americana fue muchas cosas finalmente: el punto de reunión de las nuevas músicas, una carretera ancha para andar en bús con la radio interior ‘a mil’, un lugar donde descargar las energías creativas, un criadero de canciones nuevas. En fin, la alegría de poder compartir sin que nadie saliera herido a causa de excesos de ego, de voz y de canciones. Si usted hubiese escuchado una transmisión de Radio Caravana, como yo hice, iba a comprender mejor todo lo que narro aquí. Porque soy caravanero, a orgullo lo tengo.

 

               



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