Santo Domingo.–  La Basílica Catedral Nuestra Señora de la Altagracia, conocida como la (Basilica de Higüey) es el refugio espiritual para los  parroquianos que aferrados a la fe se dirigen al Este a la casa de Dios en busca de un milagro.

Con velas, velones, rosarios, descalzos, vestidos de blanco y hasta arrodillados,  centenares de devotos atraviesan la puerta principal; en cambio   para otros simplemente es un Monumento dominicano.

Construcción

La construcción de este templo  comenzó  en 1954,  para  reemplazar un antiguo santuario donde apareció la Virgen de la Altagracia, el cual data de 1572.  La reconstrucción fue ordenada por el primer Obispo de Higüey, Monseñor Juan Félix Pepén, la cual duró 17 años  para ser edificada.

La obra de la catedral, fue construida por los arquitectos franceses André-Jacques Dunoyer de Segonzac y Pierre Dupré, los cuales fueron elegidos a través de un concurso internacional anunciado en 1947, pero se llevó a cabo en 1949.

La Basílica fue construida en el centro de la ciudad, con una estructura en forma de cruz latina, la puerta principal está hecha de bronce con un baño de oro de 24 kilates, además tiene un campanario de 45 campanas hechas de bronce cada una.

El interior del templo tiene capacidad para 3,000 personas y en la parte externa hay amplias galerías cubiertas  que refugia a los peregrinos de la lluvia y el sol.

Elegantes vitrales adornan la obra arquitectónica, unida a las artísticas pinturas murales y a la voz múltiple del órgano. El conjunto del templo, atrio, pórtico, sacristía, patio y jardín abarca un área de 40,000 metros cuadrados.

La obra está edificada sobre un área de 4,680 metros cuadrados. El carácter moderno del templo constituye una línea audaz y elevada dentro de la arquitectura moderna.

El arco principal del templo se eleva a 80 metros. El interior está constituido por una nave principal y crucero cubierto por un conjunto de bóvedas.

 Un poco de historia

El 21 de enero de 1971 es inaugurada la actual Basílica, a cargo del entonces Presidente Dr. Joaquín Balaguer. El 12 de octubre del mismo año, es declarada como Monumento Dominicano, y el 17 de octubre del mismo año el Papa Pablo VI la declara como Basílica Menor.

Dos años después, el 15 de agosto de 1973 se convierte en Catedral de la Diócesis de Nuestra Señora de la Altagracia en Higüey, por mandato apostólico.

Desde Roma, fue bendecida la Basílica por el mismo Papa Juan Pablo II y el 12 de octubre de 1992.

Hoy en día, es uno de los santuarios o templos religiosos del país y de Latinoamérica más visitado, no solo por los habitantes del país, sino también por muchos extranjeros. En la Basílica se encuentra la imagen de La Altagracia, la cual fue la primera evangelizadora de América y el Nuevo Mundo.