Bloomberg News.-La moción de censura del Fondo Monetario Internacional a Argentina por informar una inflación inferior a la real no ha llevado al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner a corregir los datos.

La diferencia entre la inflación oficial y los cálculos privados el mes pasado se amplió a 15,2 puntos porcentuales, más que nunca desde marzo de 2011, en tanto el gobierno insiste en que su metodología es correcta.

Los bonos argentinos ligados al índice oficial de inflación cayeron 1,6 por ciento este mes con los peores retornos de los mercados emergentes, según Barclays Plc.

Los pagarés similares de Brasil cayeron 0,5 por ciento, mientras que los bonos mexicanos rindieron 0,7 por ciento.

Argentina y el FMI

Tres semanas después de que el FMI exhortara a la Argentina a tomar “medidas correctivas” para dar más precisión a sus datos, el Instituto Nacional de Estadística dijo que los precios al consumidor aumentaron un 11,1 por ciento anual en enero, mientras que el promedio de las estimaciones de los economistas mostraron una inflación del 16,3 por ciento.

Antes de la publicación del informe, la presidente Fernández ordenó un congelamiento de los precios de los comestibles, en tanto los aumentos de salarios superan el 20 por ciento. “Seguirán mintiendo en el índice oficial y los precios de los bonos ligados a la inflación caerán hasta que los rendimientos compensen la inflación real”, dijo en entrevista telefónica en Buenos Aires Aldo Pignanelli, ex presidente del banco central que ahora dirige la consultora de Buenos Aires Saber SA.

“Los controles de precios demuestran que el gobierno reconoce que la inflación es un problema pero por supuesto estos serán un completo fracaso para bajar la inflación por debajo del 30 por ciento este año”.

Norma Madeo, portavoz del Ministerio de Economía, no respondió de inmediato un mensaje telefónico y un correo electrónico en los que se le pedían comentarios sobre los datos oficiales de inflación y su impacto en los inversores.

El ministro de Economía Hernán Lorenzino expresó en un comunicado que la censura del fondo no tiene fundamento y que Argentina empezará a utilizar un nuevo índice de IPC en el cuarto trimestre de este año luego de realizar una encuesta sobre consumo que comenzó en marzo de 2012.

Fernández declaró en un discurso en la Universidad de Georgetown de Washington el 26 de septiembre que los economistas privados no tienen suficientes recursos para medir la inflación con exactitud.

“Las consultoras han reconocido que no tienen los recursos para hacerlo”, dijo. “Si la inflación fuese del 25 por ciento, el país estallaría por los aires”.

Los bonos ligados a la inflación con vencimiento en 2033 rinden 13,24 por ciento, frente a costos de endeudamiento promedio de 3,75 por ciento para los pagarés ligados a los precios al consumidor de América Latina, según Barclays.

“Están mintiendo sobre la inflación y no pagan lo que deben”, señaló en entrevista desde Nueva York Jorge Piedrahita, máximo responsable ejecutivo de Torino Capital LLC, casa de bolsa que se especializa en deuda de mercados emergentes. “Eso en mi diccionario se llama cesación de pagos”.