Julio César Valentín: Cuba no podría representar desafíos para RD como principal destino turístico del Caribe

Julio César Valentín: Cuba no podría representar desafíos para RD como principal destino turístico del Caribe

Julio César Valentín: Cuba no podría representar desafíos para RD como principal destino turístico del Caribe

Santo Domingo.- El senador por la provincia de Santiago, Julio César Valentín, afirmó que la apertura de Cuba no podría representar desafíos para la República Dominicana como principal destino turístico del Caribe.

Explicó que que la infraestructura que tiene este país, la cantidad de habitaciones, la infraestructura vial, la respuesta del internet, el conocimiento, las playas, las zonas exploradas y las no exploradas, la muchedumbre de personas que sabe cómo tratar a los turistas, es algo que no se logra en dos días.

Enfatizó además el hecho de tener  una capacidad instalada que hace hoy del turismo la principal fuente de la economía dominicana.

«No tengo ningún temor, pero sí llamo la atención de las autoridades dominicanas a que veamos en el corto, mediano y largo plazo, dentro de los objetivos nacionales, seguir robusteciendo la capacidad de ofertar un turismo que sea atractivo para Europa, Estados Unidos, Canadá, y para la expansión de clase media que está experimentado América Latina para el Caribe».

Entrevistado en el programa Toque Final, Valentín indicó que el trabajo debe seguir como se ha estado haciendo con una agresiva campaña para lograr un turista por habitante, y afirmó que el  Gobierno lo logrará porque ya el país tiene entre turistas y cruceristas unos 7.2 millones.

Destaco, que desea que a Cuba le vaya muy bien en el turismo, y que ese país tiene la ventaja de poseer una población altamente educada e informada, pero reiteró que  la parte de infraestructura no se logra en diez, ni en 15, ni en 20 años, ni en 30 años, ni siquiera con un flujo de dinero abundante que puedan conseguir.

«No sé cómo puede un país conseguirlo si no tiene la capacidad de retribuir o pagar como ha hecho la República Dominicana», expresó.

Por otro lado, el senador de Santiago estima que la elección de Miguel Díaz Canel como nuevo presidente de Cuba plantea la idea de algunos cambios, porque Cuba y la Revolución Cubana nunca prometieron una democracia liberal, sino otros presupuestos colectivos que tuvieron bastante vigencia en algún momento del proceso histórico latinoamericano y del mundo.

Explicó que es tanto así, que Fidel Castro fue una de las figuras más influyentes del  mundo durante el siglo XX, producto de  la Revolución y sus hazañas.

«Sin dudas no serán cambios precipitados, pero que podrían precipitarse porque es difícil pronosticar qué va a acontecer con los procesos sociales y políticos, más de una nación que ha estado regida por un régimen y unos lideres formados en una revolución».

Entiende que este puede ser el inicio de cambios sustanciales que no van a separarse de las ideas centrales de la Revolución Cubana, y sí podrían plantear algunos cambios que toquen la esfera económica de la República de Cuba, de forma tal, que podría haber algún tipo de establecimiento de condiciones para favorecer la empresa  privada en una mayor escala o la inversión extranjera, como lo ha hecho Vietnam y le ha dado resultados, y sigue siendo un país con un partido único, y como lo sigue haciendo el partido comunista Chino, donde han podido lograr mayor riqueza y distribuir prosperidad.

«Yo entiendo que cualquier revolución o cualquier proceso dura más incorporando la posibilidad de distribuir prosperidad y no ser iguales en la pobreza, en ese sentido si podría haber cambios», consideró.

Sin embargo, el senador de Santiago señaló que en el planteamiento de apertura democrática, de golpe, no cree que se puedan pronosticar cambios.

Al preguntarle si podría Cuba procurar la subsistencia del sistema socialista de manera paralela con el desarrollo de una economía capitalista, dijo que si el pueblo, el partido y el estado cubano deciden continuar por la ruta del socialismo están forzosamente conducidos a lograr convivir con un modelo económico que propicie la inversión extranjera, es decir, empresas que generen capital y empleos, y que el estado pueda cobrar empleos para distribuir bienes colectivos, tal y como ha hecho Vietnam y China y otras naciones de orientación izquierdistas, y puede perfectamente preservarlo.



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