Juegos, drogas y alcohol

Juegos, drogas y alcohol

Juegos, drogas y alcohol

Frederich E Berges

Si en el país hay tres actividades que han prosperado de verdad han sido los juegos de azar, tipificados por las llamadas bancas de apuestas; los drogas, tanto en en el llamado gran negocio como en el microtrafico; y las ventas de alcohol, que ahora abarata también el fenómeno de los ¨drinks¨.

Este trío no tan solo emplea a miles y miles de dominicanos, sino que contribuye al deterioro moral y aporta enormemente a la corrupción y desmembramiento de nuestra sociedad.

Hay quienes afirman que la seguridad ciudadana, la reforma policial y otros temas de gran preocupación no serán posible resolver si antes no nos dejamos de juergas, indiferencias y conveniencias individuales de un muy reducido grupo, y afrontamos de frente estos vicios, sus razones de propagación y las nefastas consecuencias que traen consigo.

En primer lugar, se estima que el juego en sus diferentes manifestaciones de casino, loterías y bancas, emplean a más de 150 mil personas, mientras que el microtráfico a más de 35 mil, y el conjunto de dispersión alcohólica emplea otra cantidad similar.

Por tanto, sin una solución de empleo y vida digna a esta enorme masa humana, el atractivo permanecerá y no habrá como detener su propagación.

También son actividades contribuyentes a la corrupción, comenzando por el peaje para la indiferencia del ojo represivo, como en la paga de protección a nivel policial, judicial y funcionarios del aparato público.

Por igual, de una manera u otra, son contribuyentes al erario público con tasas e impuestos que desestimulan al estado enfrentarlas de frente, al igual que por sus aportes a la actividad política con financiación y favores.

No pretendamos hacer una mejor patria, hablar de las virtudes de la dominicanidad, prometer a las futuras generaciones un mejor porvenir, si no se toman medidas urgencias y drásticas para contener y reducir estas actividades.



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