Santo Domingo.-Jowell Y Randy es un dúo de reguetón puertorriqueño que ha saboreado el éxito de una carrera que por años ambos han construido.
Ellos, dos jóvenes de un barrio se abrieron camino y empezaron a ver como la fama les llegaba día con día, hasta que en un momento Jowell se dio cuenta que ya todo iba para la cima y su vida empezó a cambiar.
Entrevistado en EL DIA, donde vino para hablar de su concierto Doxis, que tiene esta noche en La Marina de Sans Soucí, y en donde estrena su línea de ropa del mismo nombre, el cantante abrió su alma y contó tal cual si fuera una especie de desahogo que llegó un momento en que pensó que como ser humano había perdido la esencia y no era más que un robot al que todo el mundo ordenaba cosas.
La fama
Confesó que la fama llegó a “marearlo”, y a creerse la película, tanto así que hoy día preparan un nuevo disco volviendo a sus raíces, en donde interpretarán letras limpias, románticas y con sentido.
“Nosotros como dúo nos unimos a Wisin y Yandel, y ahí nuestra venta se disparó, cobrábamos hasta 50 mil dólares por un show, nos vendía las presentaciones la misma empresa que vende a Gilberto Santa Rosa, Marc Anthony, 50 Cent y otros famosos, lo que nos hizo sentir grandes y creo que ahí empecé a sentirme solo”, dijo.
El cantante, que vino solo a la entrevista porque su compañero Randy perdió el vuelo que lo traía el martes al país, reveló, además, que llegó un momento que ni todo el dinero del mundo lo hacía feliz.
“Tú crees que es fácil cantar para 50 mil personas en un Festival Presidente y que te lleven a un hotel cierren esa puerta y tú estés allí solo, cerrando los ojos obligado, porque en la puerta te dejan dos guardias para que a las seis de la mañana te despierten porque tienes una promoción”, dijo.
Marca de ropa
Reveló que él y su compañero musical tienen una empresa de ropa radicada en Colombia con sucursales en varios países.
Jowell, quien es padre de tres hijos, una niña de 12, la que asegura creció sin él, porque las giras no se lo permitieron, asegura que hoy lo que quiere es que lo dejen solo, escaparse un día, salir, caminar, como una persona normal, llegar al barrio y sentarse con sus primos a tomar cervezas.
Pero ahora que ambos han tomado la rienda de nuevo de su carrera, planean ir más despacio, hacer música romántica, acercarse de nuevo al público, y dejar por un tiempo esas canciones de tiradera que hicieron para entrar con fuerza a las discotecas.
Pero aunque dice que la fama es importante en un sentido, asegura que en otro lo hacía sentir solo, sin capacidad ni para hacer una maleta o combinar la ropa que se pondría en el siguiente país donde le tocaba parada.
