Roma.- Jóvenes católicos que participan en el presínodo que se está celebrando en Roma y que debaten sobre asuntos como las drogas, las relaciones prematrimoniales, las redes sociales o la falta de referentes pidieron hoy a la Iglesia Católica respuestas concretas a sus preocupaciones.
“La realidad de los jóvenes es la misma en el mundo entero, más allá de la nacionalidad que cada uno tenga”, dijo a Efe Macarena Seguí, representante de 29 años de “Scholas Occurrentes”, una iniciativa creada por el papa Francisco cuando era arzobispo de Buenos Aires para llevar la enseñanza a las zonas desfavorecidas.
Seguí es una de los 300 jóvenes que participan estos días en este encuentro previo al Sínodo de los Obispos, que se celebrará entre el 3 y el 28 de octubre en el Vaticano.
La reunión presinodal comenzó el lunes y durará hasta el viernes, y en estos días los jóvenes conversarán sobre sus problemas para después redactar un documento final con sus conclusiones que entregarán a la Iglesia Católica.
El papa Francisco les pidió el lunes en la apertura de este encuentro que dialoguen con “cara dura”, “sin vergüenza” y “con el corazón”, y así lo están haciendo, aseguró a Efe la mexicana Corina Mortola.
Esta licenciada en mercadotecnia de 25 años explicó que los participantes ya han abordado “el tema de la fe y la vocación, algo importante”, y citó otras cuestiones que también estarán al centro de la mesa, como por ejemplo las drogas.
La española Cristina Cons, una de los dos representante de la Conferencia Episcopal española en este presínodo, mencionó la carencia de referentes y subrayó que a los jóvenes les “faltan lideres en todos los sentidos, en la escuela, en el trabajo, en la política, en el país».
“Notamos que vamos mucho como pollo sin cabeza”, manifestó esta gallega, pedagoga y monitora de educación afectiva sexual, sobre una generación que socialmente, en su opinión, no se siente escuchada ni tenida en cuenta.
Cons contó que su grupo ha tratado también los problemas derivados de las redes sociales y las relaciones prematrimoniales, un asunto que, según cree, “es lo mejor para la persona».
“No lo hemos visto como un problema”, sostuvo sobre este último asunto la paraguaya Noemi Sanches, de 28 años y representante del movimiento católico de los Focolares.
Todos ellos coincidieron en que, con la llegada de Francisco, la Iglesia Católica ha experimentado cierta apertura y citaron como ejemplo la celebración de esta reunión.
“Es un gesto de humildad muy grande por parte de la Iglesia reconocer que necesita escuchar qué es lo que pasa, que se da cuenta de que hay una realidad que nos esta alejando y que quiere saber cuál es, conocerla, asumirla y trabajar sobre ella”, declaró Seguí.
Hay un “deseo concreto de escucha, de acoger al joven completamente y de juntos encontrar también las vías para seguir caminando, sin imponer nada, sin caer en los mismos errores que hasta ahora se hicieron”, añadió por su parte Sanches.
Su grupo, en el que hay representantes de países como Brasil, España, Portugal o Angola, está de acuerdo en que “la Iglesia tiene que crear nuevos espacios para acoger a todos”, dijo.
