Santo Domingo.-La banileja Manuela Jacinto no cuenta con el sentido de la vista, pero la naturaleza la ha dotado de un talento especial, el cual le permite brillar en el atletismo.

Con 16 años de edad y solo tres practicando el atletismo, Jacinto, integrante de la selección nacional paralímpica, ha demostrado que cuando hay talento y determinación no hay impedimento físico que se interponga ante el éxito.

Jacinto, de rostro infantil pero con físico y carácter atlético, tuvo una actuación histórica en los Juegos Para Panamericanos Juveniles en Sao Paolo, Brasil, durante el pasado mes de marzo, donde ganó medalla de oro en los 100 metros y plata en 400 y salto de longitud.

Tal actuación le valió para calificar al Campeonato Mundial Juvenil de Para Atletismo, que se celebrarán del 3 al 6 de agosto, en Nottwill, Suiza.

“Soy una orgullosa atleta de Baní, vivo allí con mi madre y dos hermanas, soy no vidente, me apasiona correr y disfruto al máximo cuando estoy en la pista. Estoy orgullosa de lo que he logrado”, expresa la corredora.

Necesita recursos

Pero la felicidad por el éxito que pese a su limitación visual ha conseguido en la pista no es completa, pues Jacinto dice que precisa de recursos o ayuda económica que le permitan entrenar como es debido y poder representar dignamente al país en un evento tan exigente como es el Mundial Juvenil al que irá en Suiza.

“Me gustaría entrenarme tres veces por semana en el Estadio Olímpico en Santo Domingo con mi entrenador y guía especializado en discapacidad visual, Freddy Junior Montero, pero nuestra situación económica no me lo permite”, revela Jacinto.

La no vidente confiesa estar fascinada y asegura que constituye toda una aventura para ella ir a un evento mundial.
“Sería emocionante ir a Suiza a tan reputado evento, pero sin ayuda no voy a poder ir, por eso estoy solicito apoyo de todo el que desee cooperar”, agrega la atleta.

Utilidad de recursos

Jacinto explica que la ayuda económica que necesita la utilizará para poder ir diario a la capital a entrenar, inscribirse para competir en el Mundial, además de comprar boletos aéreos de ella y su equipo, cuya nómina incluye a su entrenador y un guía de competencia, además del pago para alojarse en Suiza durante el evento.
La no vidente compite en la categoría T12.

La ‘T’ corresponde al deporte, atletismo, el ‘1’ al tipo de discapacidad (la vista) y el ‘2’ al grado de discapacidad (el 1 es el más fuerte).