Insurgentes inician retirada del centro de Homs, símbolo de la rebelión siria

Insurgentes inician retirada del centro de Homs, símbolo de la rebelión siria

Insurgentes inician retirada del centro de Homs, símbolo de la rebelión siria

BEIRUT.- Los rebeldes sirios comenzaron hoy a replegarse de uno de sus feudos principales, el casco antiguo de la ciudad de Homs, símbolo de la resistencia contra el régimen de Bachar al Asad, tras alcanzar un acuerdo con las autoridades.

El gobernador de Homs, Talal al Barazi, dijo a Efe por teléfono que los insurgentes iniciaron su retirada por la mañana en varios autobuses.

En total, unos 2.000 rebeldes, y entre ellos familias de algunos combatientes, se marcharán en cumplimiento del acuerdo firmado el domingo por ambas partes en conflicto.

Hasta ahora, unos 800 milicianos opositores han abandonado el centro de Homs y se han dirigido a la zona de Dar al Kabira, al norte de la localidad, dijo a Efe una fuente rebelde cercana a las negociaciones con el régimen contactada a través de internet.

Los autobuses están siendo escoltados por equipos de la ONU y la Policía siria. Entre los evacuados hay varios heridos que son tratados y transportados por la Media Luna Roja siria.

La fuente subrayó que la salida de los insurgentes de la parte vieja de Homs se prolongará hasta mañana, aunque se esperaba que culminara hoy.

Una vez en Dar al Kabira, existe un arreglo en términos de alojamiento, comida y servicios médicos para que los insurgentes puedan quedarse en áreas bajo control opositor de la provincia.

Los rebeldes han podido llevarse consigo armas ligeras y medianas, como ametralladoras y lanzagranadas. A cambio, los insurgentes pondrán en libertad a setenta prisioneros, entre los que se encuentra un iraní, retenidos en las provincias septentrionales de Latakia y Alepo.

La fuente opositora agregó que el acuerdo también contempla la entrada de ayuda humanitaria en varias aldeas de Alepo, como Nubel y Al Zahra, de mayoría alauí, a la que pertenece el presidente Bachar al Asad.

A este respecto, un activista vinculado al Frente Islámico en esa provincia, identificado como Abu Hadifa, afirmó, en declaraciones a Efe, que la ayuda -alimentos y medicinas- había comenzado a entrar en esas dos poblaciones.

Sin embargo, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos denunció que esa asistencia todavía no ha sido introducida porque una brigada islamista apostada en las cercanías de ambos municipios lo ha impedido.

La ONG agregó que los insurgentes han liberado por el momento a 45 prisioneros- doce menores, tres mujeres, un iraní y 29 miembros de las fuerzas del régimen. Tras la salida del último rebelde del casco antiguo de Homs, el Ejército entrará en la zona, precedido por los equipos especiales de desactivación de bombas y explosivos que asegurarán el lugar.

Con la culminación del repliegue, tan solo quedarán insurgentes en el barrio de Uaer, el único que queda bajo control de la oposición en Homs.

El viernes pasado, ambas partes comenzaron a aplicar un alto el fuego como paso previo a la firma del pacto de retirada. La fuente rebelde próxima a esas negociaciones explicó que las conversaciones se produjeron entre los opositores de la ciudad y las autoridades, con la presencia de miembros de la ONU y representantes de la Embajada de Irán.

En febrero, ya hubo una tregua humanitaria, auspiciada por la ONU, para evacuar a unos 1.400 civiles -mujeres, niños y ancianos- del área, aunque después los choques se reanudaron, e incluso se habían recrudecido en el último mes.

Con la salida de los insurgentes y la entrada de los soldados se pondrá fin a un asedio que ha durado más de veinte meses en la parte antigua de la ciudad, uno de los símbolos del levantamiento contra el régimen de Al Asad, iniciado en marzo de 2011.

La situación actual en Siria poco tiene que ver con aquellos primeros meses en los que Homs, conocida como “la capital de la revolución”, acogía protestas a diario y en la que cobró protagonismo el barrio de Baba Amr, que sufrió la dureza de los bombardeos gubernamentales entre febrero y marzo de 2012.

Ahora, el país está inmerso en un conflicto bélico de difícil solución, con más de 150.000 muertos en tres años, y se prepara para celebrar elecciones presidenciales el próximo 3 de junio.

 



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