De acuerdo a la información de una firma internacional de encuestas, la República Dominicana tiene el porcentaje más alto de hogares víctimas de delincuencia en la región; y se calcula en un 25 por ciento los hogares afectados.

Afortunadamente entramos hoy en la Semana Santa, un tramo de gran sosiego social, y que por su naturaleza se convierte en una especie de tiempo dedicado al descanso colectivo, a la reflexión de la familia y la congregación religiosa en las iglesias y centros de culto.

En tal sentido será un periodo donde de manera natural bajará sensiblemente la delincuencia. No así los temores de que ocurran accidentes lamentables en avenidas y carreteras, debido a la gran cantidad de personas que se desplazan hacia balnearios y centros turísticos.

Las autoridades, por suerte, ya tomaron medidas para limitar la venta y consumo de bebidas alcohólicas durante el periodo, conjuntamente con el refuerzo del operativo preventivo de Semana Santa, que incluye un apoyo suplementario de las unidades de socorro y prevención de las brigadas de la Defensa Civil apostadas en las rutas en que ocurre mayor desplazamiento.

Esperemos que en esta oportunidad, como en periodos anteriores, se imponga la mesura, la moderación y la contención de los ciudadanos para mantenerse en el límite del respeto por su vida y la de los demás; y sobre todo que se haga extensivo este clamor de prudencia y sensatez y toque a los que se desplazarán en vehículos hacia el interior. Bajar las estadísticas fatales en este periodo es tarea de todos.