Las instalaciones deportivas en todo el país han sido víctima, a la vista de todos, del descuido y el saqueo .
A nadie le importa un comino su cuidado, incluso a las propias comunidades a las que prestan servicio, cuyos ciudadanos no aportan ni un grano de arena para su conservación.

Es increíble, pero muchas comunidades que durante años lucharon por una construcción deportiva, cuando logran ese objetivo, a los pocos meses la echan al olvido, son incapaces de ni siquiera chapearla, y muchos menos darle “una manito de pintura”.

Si el Ministerio de Deportes no va en su auxilio, todos, incluso los dirigentes, se hacen de la vista gorda.

Por eso hay que resaltar el plan que anunció Franklin León, presidente de Cervecería Nacional Dominicana, de rescatar 80 obras deportivas en precarias condiciones físicas.

Es una iniciativa importante para crear consciencia de la imperiosa necesidad de preservarlas, por su incidencia en el desarrollo físico y mental de niños y jóvenes.

Este paso debe servir, además, para que otras empresas dominicanas y extranjeras radicadas aquí, se involucren en deporte, actividad que necesita apoyo de todos.