Iglesia católica entre pederastia y asesinatos

A veces pienso que hay cosas que si yo no fuera sacerdote las hiciera mejor que las que hago como sacerdote, lamentablemente”, Fray Quirilio Matos.

Imagine que usted cree plenamente en las personas que dirigen una institución educativa y le confía al tesoro de su corazón, su hijo, para que reciba allí educación y formación.  Pero el joven que le devuelve ese lugar es un adolescente destruido y resentido con la vida; un joven sumido en una oscura y profunda depresión; que, para mejorar su situación emocional, tiene que recibir atención psiquiátrica y psicológica.     ¿La razón? Fue violado sexualmente sexual por un sacerdote alguien que, por demás, se suponía lo protegería y le guiaría a través de una educación “cristiana”. Si esto le pasara a su hijo o hija, ¿cómo se sentiría usted?

El rostro, mirada y voz de Ilonka Arias, hablan de sufrimiento y mucho dolor. Ilonka es la mamá de Victor, joven que fue violado por el sacerdote Miguel Florenzán en el Colegio Agustiniano, uno de los más prestigiosos de La Vega, está dirigido por la orden Agustiniana.

Al participar el viernes 14 de septiembre en el programa “La cosa como es” de la periodista Edith Febles, Ilonka describía todo el dolor de su hijo, de ella, de su familia. Mientras, las autoridades del Colegio Agustiniano le daban la espalda, le confió a Febles.

Sin embargo, esa misma noche, el director del colegio Fray Quirilio Matos fue a la casa de Ilonka a mostrarle su “solidaridad”.

Edith también entrevistó a Fray Quirilio.  Daba pena ver a este hombre titubeante, repetitivo, decir que la Orden Agustiniana pagó 500 mil pesos para pagar la fianza del sacerdote Miguel Florenzán; y que también pagó igual cantidad a los abogados.  Este hombre admitía que a pesar de todas las acusaciones por violación sexual todavía el cuadro de Florenzan cuelga en el cuadro de pasados directores (2009-2015).

Aunque sus palabras decían una cosa, su cuerpo decía otra:  que es imposible defender lo indefendible. Y quizás por esta razón Fray Quirilio, al final de la entrevista se sincerizó y admitió que: “a veces pienso que hay cosas que si yo no fuera sacerdote las hiciera mejor que las que hago como sacerdote, lamentablemente”.

Resumen de casos de asesinatos y pederastia de la Iglesia católica en RD

En 2005, un grupo de sacerdotes y del Hogar La Ciudad de los Niños, San Francisco Javier”, de San Rafael del Yuma, en Higüey fueron acusados por nueve menores, ocho niñas y un niño, de violación sexual y sadomasoquismo. Los hechos se cometieron en el año 2004. Los sacerdotes Cirilo Antonio Núñez y Ramón Antonio Betances, fueron acusados de los hechos que nunca pagaron, quedaron libres.

También en  2005 arrestan al diácono  Meregildo Díaz acusado del asesinato de los esposos Yaniris Ruiz Sánchez y Joel Antonio Díaz.  Los mandó a matar porque éstos lo habían visto sosteniendo relaciones sexuales con un joven.

En 2009 condenaron al mediático sacerdote Domingo Espinal por violación de un menor. El cura, que participaba en programas de radio,  había sido denunciado por la periodista Nuria Piera.

En 2012, el cura Alberto Zacarías Cordero Liriano, de 40 años, fue sometido y apresado bajo el cargo de violación sexual de una menor de 15 años en Bonao.

2013, el sacerdote polaco padre Wojciech, quien se hacía llamar padre Alberto Gil, fue denunciado a finales de mayo de 2013, como violador de menores.

En 2013 también fueron descubiertos los casos de violaciones sexuales cometidos por Jozef Wesolowski, Nuncio de su Santidad en RD.

En 2013, un grupo de organizaciones y ciudadanos, encabezados por la Coordinadora de Mujeres del Cibao (CMC), denunciaron al sacerdote Juan Manuel Mota de Jesús, “Padre Johnny”, párroco de la iglesia Catedral de San Pedro, en Constanza, por haber violado a varias niñas adolescentes.

En 2017 el sacerdote Elvin Taveras Durán es acusado de asesinar al menor Fernelis Carrión Saviñón, de 16 años y a quien violaba sexualmente.