“Se nos ha ido una gran columna del deporte”. La frase contenida en una nota del Comité Olímpico, puesta en boca de su presidente Luisín Mejía para lamentar la muerte del profesor Rafael Heredia Abreu, es válida en todo su significado.

Heredia fue un técnico indispensable, por décadas, en la estrategia organizativa de eventos nacionales e internacionales fraguados desde el Ministerio de Deportes. Conocedor como el que más de esas lides, de trato caballeroso, conversar con el profesor sobre la materia de su quehacer fue sinónimo de aprender.

De eso nos da constancia William Hernández, presidente de la Unión Deportiva de la Provincia Duarte, que de él dijo: Fue un gran forjador de la educación y la instrucción de los dirigentes y atletas, velando siempre por elevar el nivel ético y moral de todos aquellos que aman el deporte”.

Rafael Heredia Abreu

En San Francisco de Macorís dejó una gran impronta como forjador de esos valores. Muestra de ello fue el gesto de la Academia Deportiva que preside Fabio Rojas, que en su honor suspendió la concentración el pasado fin de semana del Campamento Regional de Baloncesto U16.

Con propiedad, Rojas apuntó que Heredia fue “mentor y bujía inspiradora permanente de nuestra institución, así como de nuestra propia carrera como dirigente deportivo”.

Al fenecido maestro le traté por más de dos décadas y siempre daba un diagnóstico preciso de la situación del deporte en su momento. De él solo nos queda decir, que amasó méritos de sobra para ser exaltado al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano. Pero, como era pobre…