La policía de Connecticut halló a una mujer- cuya identidad se preservó- muerta en su departamento y rodeada de jeringas.
Aaron Graser aseguró ante los investigadores que cuando llegó al lugar encontró a su novia sin signos vitales y afectada por heroína y otros estupefacientes.
Y que decidió “tener sexo con ella para así despertarla”.
En todos los casos, el tribunal lo consideró una violación con el agravante de que la mujer había fallecido.