¡He aquí la enseñanza que nos da una flor!

¡He aquí la enseñanza que nos da una flor!

¡He aquí la enseñanza que nos da una flor!

Mayra de Peña

Soy una enamorada de la vida, y en se tenor quisiera expresar que todo en nosotros es bello, pero no es así. Se hace urgente que reflexionemos acerca de nuestro comportamiento y seamos más sabios. Cuando miro la naturaleza, pienso que no hay que leer muchos libros para entender la vida, pues ella se encarga de ilustrarnos… y es dentro de este contexto que me voy a referir a un proceso muy simple, pero cargado de sabiduría… que nos lo enseña una flor.

Cuando esta nace despide el mejor de los olores y nos ofrece los más bellos destellos de sus colores. Al florecer se muestra orgullosa de lo que es y nos transmite esa energía, para más tarde, luego que ha realizado su función en la biodiversidad, su gallardía tambalea, sus colores se tornan ocres, su olor es totalmente diferente y el sentimiento que nos transmite es de derrota, tal es así que optamos por llevarla al basurero

A nosotros nos acontece igual -guardando las distancias-, la hermosura de un bebe al nacer es inefable, la lozanía de su piel, la brillantez de sus ojos, su olor característico, el sentimiento que nos transmite es hermoso. Luego vienen los años mozos y llega el orgullo de saberse fuerte, inteligente, capaz y se nos olvida que al igual que la flor, hemos venido con un propósito dentro del equilibrio de la creación y llegaremos (si es que lo logramos) a la etapa de descender en la escala hasta completar el ciclo para el que fuimos creado.

Digo -guardando la distancia- porque nosotros tenemos un componente espiritual que nos diferencia y enriquece y somos los únicos en la creación que tenemos carácter de eternidad, pues somos un componente de alma, cuerpo y espíritu… hemos sido creados a imagen y semejanza de Dios.

Lo triste de todo esto es que obviamos este importante detalle, pues nuestra inmediatez nos hace necios y todo lo queremos ¨ahora y en demasía¨, sin importar las vías para lograrlo y a quien nos llevemos por delante.

El mismo Jesús dijo que no vino a juzgar…¨La Palabra es la que juzga¨ y es por todo esto que Dios, a través del profeta Isaías le inspira, alertando sobre el errado comportamiento humano y las consecuencias de los mismos a través de los ¨Ayes de los Malvados¨. Isaías cap.5

!!Ay de los que juntan casa a casa, y añaden heredad a heredad hasta ocuparlo todo! ¿Habitaréis vosotros solos en medio de la tierra?

!!Ay de los que se levantan de mañana para seguir la embriaguez; que se están hasta la noche, hasta que el vino los enciende! Y en sus banquetes hay arpas, vihuelas, tamboriles, flautas y vino, y no miran la obra de Jehová, ni consideran la obra de sus manos.

!!Ay de los que traen la iniquidad con cuerdas de vanidad, y el pecado como con coyundas de carreta, los cuales dicen: Venga ya, apresúrese su obra, y veamos; acérquese, y venga el consejo del Santo de Israel, para que lo sepamos!

!!Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!

!!Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes delante de sí mismos!

!!Ay de los que son valientes para beber vino, y hombres fuertes para mezclar bebida; los que justifican al impío mediante cohecho, y al justo quitan su derecho!

Por tanto, como la lengua del fuego consume el rastrojo, y la llama devora la paja, así será su raíz como podredumbre, y su flor se desvanecerá como polvo; porque desecharon la ley de Jehová de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel.

Esto es lo que les espera a los que con fastuosidad quieren vivir su vida bajo sus propios consejos.

No dejemos que la vanidad entenebrezca nuestro entendimiento. Vivamos conscientes de nuestro rol y en armonía con la vida, tenemos el hermoso privilegio de vivirla. A eso nos ha llamado Dios y a El tendremos que rendir cuentas.



Mayra De Peña

Lic. en Contabilidad, egresada de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), graduada de Periodista, en el Instituto Dominicano de Periodismo (IDP). Locutora, con un Diplomado en Comercio Exterior, y Diplomado en Política Estratégica. He desempeñado diversas funciones dentro del sector Privado y Gubernamental. Hija de Dios y amante de la naturaleza. Creo en vivir a plenitud de manera equilibrada y en lo significativo de quererse y valorarse como individuo. Soy una feliz madre de tres hermosas hijas, creo en el matrimonio, en la institución familiar y en la importancia de predicar con el ejemplo. Amo escribir y con ello transmitir mi sentir y sobre todo tengo en alto estima alimentar el espíritu, pues de él mana la vida.

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