Hay dos visitas hechas a la República Dominicana que abrieron una agenda y un vínculo con el exterior que marcarán la historia común que tenemos con Haití, pero no serán las únicas que veremos de tan alto impacto.

Antes del secretario general de las Naciones Unidas estuvo aquí el vicepresidente de Estados Unidos. Ki-Moon antes pasó por Haití, que fue la puerta de entrada, donde se reunió con el presidente Michel Martelly.Desde la tarde del domingo tenemos la visita que hizo el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.

La agenda, los discursos y las visitas que hizo Ban Ki-moon al Palacio Nacional y el Congreso de la República dieron pie, a su salida, a una multitud de subagendas, tanto en el país como en diversos organismos internacionales que tienen acciones pendientes con Haití, vinculadas a la desgracia del terremoto de 2010, pero además, con los temas migratorios, que incidirán en otras visitas de alto calibre.

El presidente del Consejo Europeo adelantó que la Unión Europea dará un apoyo económico a Haití de 570 millones de dólares para que las autoridades atiendan necesidades internas en las áreas de la educación, la reforma de la administración, seguridad alimentaria e infraestructura.

De manera que su visita a ambas naciones constituye un eslabón más de una cadena.

Esperemos que nuestros líderes tomen las medidas de precaución necesarias para evitar imposiciones enojosas de la comunidad internacional en un futuro inmediato.