Hablemos de reforma

Hablemos de reforma

Hablemos de reforma

Una vez se presenta una crisis en una institución del Estado hay voces que plantean la solución. Y la Policía Nacional no es la excepción, ya que luego de la crisis que sacudió a las altas instancias de la Dirección Central Antinarcóticos (Dican) se habla de una reforma que transforme las prácticas y modalidades de ese cuerpo uniformado.

El secreto mejor guardado a lo interno de la Dican lo convierte el Procurador General de la República en una preocupación social; y se pregunta: “¿Cómo es posible que aquel que tiene las funciones de perseguir sea el mismo que se dedique a hacer ‘tumbe’ de drogas y luego a vender las drogas en el mercado nacional?”

En diversas oportunidades hemos insistido en que hechos con menos trascendencia del que acaba de suceder por los fueros de la Policía Nacional ameritan una serie de cartas de renuncia a todos los niveles.

Eso, al menos, sucede en países donde hay respeto por las leyes.

Entre nosotros se recurre a la trillada fórmula de encomendar los escándalos a comisiones de investigación; y que el tiempo pase.

La Procuraduría, sin ningún informe concluyente, ya hizo su recomendación: solicitar al Congreso Nacional que apruebe el proyecto de reforma de la Policía Nacional.

Mientras tanto confiamos en que una parte de la responsabilidad de la Procuraduría se ponga de manifiesto y que, efectivamente, haya sanción contra los responsables del bochornoso caso de la Dican.



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