El libre comercio es bueno en principio y siempre lo he defendido como una de las bases del liberalismo económico que ha producido el mayor progreso y bienestar a las sociedades democráticas que incentivan el espíritu emprendedor del capitalismo. Otro fundamento de estas sociedades es el imperio de la ley y el debido proceso.

Es bueno recordarlo porque en aras de lo primero no puede pretenderse romper lo segundo, para favorecer una poderosa multinacional renuente a que las autoridades dominicanas examinen la denuncia de “dumping” realizada por una empresa local exitosa, con muchas décadas satisfaciendo nuestro mercado y hasta exportando a casi todos los países vecinos.

Me refiero al conflicto entre Gerdau-Metaldom y Arcelor-Mittal, esta última empeñada en utilizar como referencia cuestionados precios costarricenses pese al ámbito global del mercado de acero y varillas.

Arcelor mostró ayer llamativa incomodidad cuando autoridades criollas, cumpliendo la ley, acogieron una denuncia de ‘dumping’, o sea vender a precios menores que en otros mercados para robarle mercado a productores locales. Ojalá defiendan el interés nacional.