Desde el oficialismo se ha querido derivar la discusión de las primarias a la constitucionalidad o no de las primarias abiertas con el padrón de la Junta Central Electoral, poniendo de lado lo relativo a la conveniencia para el país y el sistema de partidos políticos.
Desde un principio se discutía sobre la conveniencia, aunque el actual presidente de la Junta Central Electoral le agregó lo de la constitucionalidad, pues recordó que una sentencia de la Suprema Corte de Justicia, actuando como Tribunal Constitucional, declaró inconstitucional ese procedimiento.
Hace tres años el entonces catedrático Flavio Darío Espinal escribió con mucha claridad las razones por las que él entendía inadecuado el modelo de primarias que ahora se impulsa desde el Palacio Nacional.
A Flavio Darío no le gustaban ni abiertas ni simultáneas y lo escribía de esta manera en un artículo publicado en junio de 2014:
1.- “Celebrar primarias abiertas con el padrón de la Junta Central Electoral (JCE) es sumamente riesgoso en un país pequeño como el nuestro, en el que el resultado de unas primarias puede ser determinado por fuerzas externas.
Por esta razón lo recomendable sería que las primarias fueran cerradas (solo afiliados), pero con la condición de crear mecanismos transparentes, bajo la supervisión de la JCE, para que los partidos se doten de padrones confiables.
2.- ¿Hasta qué punto está la JCE preparada para supervisar varias primarias partidarias el mismo día, especialmente si en las mismas se eligen todas las candidaturas? La prudencia indica que las primarias se hagan separadas, especialmente cuando se trate de los partidos mayoritarios.
Para los partidos pequeños, especialmente si usan otra modalidad de elección de candidatos, la celebración podría ser simultánea.
La pregunta es si Flavio Darío Espinal, ahora Consultor Jurídico del Poder Ejecutivo, les expondrá esos argumentos a quienes desde el Palacio Nacional impulsan primarias abiertas y simultáneas.
