Europa.-La fiebre es una respuesta natural del cuerpo cuando se presenta una enfermedad o padecimiento, pero según una nueva investigación, la temperatura corporal alta también puede ayudar a que nuestro sistema inmune trabaje mejor y más duro contra las células infectadas.

Investigadores del Roswell Park Cancer Institute publicaron los resultados de su estudio en el Journal of Leukocyte Biology.

“Tener fiebre puede ser incómodo, pero este estudio y otros más muestran que tener fiebre es parte de una efectiva respuesta inmune”, dijo John Wherry, Ph.D., en un comunicado de la publicación.

Antes, los investigadores pensaban que la fiebre trabajaba para impedir la multiplicación de los microbios peligrosos, según dijo Wherry.

Pero “este nuevo reporte sugiere que el sistema inmunológico podría estar temporalmente mejorado cuando nuestras temperaturas se elevan al punto de la fiebre”, dijo en su comunicado.

De cualquier forma, señaló que estos hallazgos sólo deben ayudarnos a entender cómo tratar una fiebre moderada, y no las que son peligrosamente altas. Un adulto probablemente tiene fiebre cuando la temperatura está por encima de 99 – 99.5° F (37.2 – 37.5° C), dependiendo de la hora del día.

Según datos de   Institutos Nacionales de Salud, muchos bebés y niños presentan fiebre alta con enfermedades virales menores.

 Batalla en el cuerpo

Aunque la fiebre sea para nosotros un signo de que se podría estar presentando una batalla en el cuerpo, dicha fiebre está luchando a favor de la persona y no en su contra.

Generalmente no ocurrirá daño cerebral a raíz de la fiebre, a menos que sea de más de 42º C (107.6° F). La fiebre sin tratamiento causada por infección rara vez sobrepasa los 40.5º C (105° F), a menos que el niño tenga demasiada ropa o esté atrapado en un lugar caluroso. Cuando la fiebre es leve y no se tiene ningún otro problema, la persona no necesita tratamiento. Beber líquidos y descansar deberán bastar.