Santo Domingo.-Con una masiva asistencia de visitantes finalizó anoche la XIX Feria Internacional del Libro, Santo Domingo 2016, evento que por varias razones este año se diferenció de las anteriores.

La cantidad de personas que visitó la Plaza de Cultura para el último día fue quizás la mayor desde el día 20, cuando formalmente quedó abierta al público.

El ministro de Cultura, Pedro Vergés, destacó en su discurso de cierre que en la reciente Feria prevaleció el orden, la seguridad y el silencio, lo que considera se requiere en un recinto donde se celebran eventos de naturaleza literaria.

“Esta edición probó que el libro debe ser el protagonista de su propio evento. Fue un adelanto, un esbozo de lo que será la XX versión a celebrarse en abril del año 2017”, señaló Vergés, a quien le tocó encabezar la Feria del Libro por primera vez.

Además, destacó que este año se pusieron a circular 200 nuevos textos, de los cuales 41 fueron editados por el Ministerio de Cultura. Consideró que prevaleció la orientación hacia el libro y sus derivados.

Lo que activó la venta

De acuerdo a vendedores de libros, la demanda se mantuvo por debajo de lo esperado, e incluso, calificaron la Feria como una de las peores en términos de venta.

En buen dominicano, lo que le ‘salvó la campana’ a muchos expositores fue el anuncio de que los dos últimos días, denominados “sábado y domingo negros”, la venta se activó, lo que consideran le dio vida a la actividad.

Para estas dos fechas se anunció un especial de una gran variedad de textos a solo 100 pesos. Ya en horas de la noche, mientras se acercaba el cierre, los vendedores anunciaban libros hasta a 30 pesos.

Lo que sí valoraron como positivo los expositores fue lo ordenado que estuvo el evento ese año.

Demanda de alimentos

Mientras algunos estands lucían desolados, lo contrario ocurría en el área de alimentos, que como cada año sí estuvo bien concurrida.

Diferencia

Este año no se permitió que los canales de televisión se establecieran en la Feria, como ocurría en el pasado.

Tampoco se permitió que vendedores ambulantes se apostaran en los alrededores de la Plaza de la Cultura, la entrada de los visitantes era vigilada de cerca por agentes de la Policía Nacional, quienes también custodiaban el recinto ferial a lo interno para evitar incidentes.

Expositores se quejan de baja en venta

Para el expositor Dennis Peña, quien además es el presidente de la Asociación Dominicana de Libreros, el evento debe dedicarse únicamente a la venta de textos, y sacar las áreas de comidas y otras que nada tienen que ver con el nombre de la Feria.

Dijo que gracias a los especiales del fin de semana él y otros libreros pudieron vender algunos libros.

Mientras que el representante de la editora internacional “Libros más pequeños del mundo”, Alberto Ñáñez, la feria va de mal en peor y precisó que para el próximo año tanto su editora de origen peruano, como otros, no participarán en la misma.

Esto se debe, según explicó, a que cada vez la venta es más baja ‘y la gente quiere los libros a diez pesos’.