Termina el año 2016 y en pocos días empieza 2017.
De no habernos preguntado qué hicimos en este año y qué queremos para el próximo, todavía estamos a tiempo de hacerlo. Sólo tomemos en los días que quedan de este año, lápiz y papel.
Anotemos lo que hicimos que nos resultó y lo que no nos resultó para no repetirlo, también escribir qué queremos para el próximo año y qué acciones tomaremos para lograrlo.
Al escribir, nos obligamos a pensar más de una vez, lo que nos sirve de reflexión y para analizarnos en función de nuestro crecimiento emocional y espiritual tan importantes para vivir en el amor, obtener una mente satisfecha, alcanzar la alegría y la paz interior y por tanto sentir felicidad la mayor parte del tiempo.
Comparto con los lectores algunas de mis reflexiones y decisiones, por si sirve de guía a alguien para comenzar a trabajar el próximo año: reflexionaré cada día unos minutos para lograr conocerme cada vez más y brindar de mí lo mejor; decido a partir de hoy practicar el amor incondicional fomentando el amor y la felicidad de los demás, perdonar a los demás y perdonarme a mí misma, trabajar para eliminar bloqueos emocionales y espirituales que me impiden alcanzar la paz y la armonía, enfrentar los desafíos con valentía, responsabilizarme de mis actos, trabajar los resentimientos, aceptar igual un halago que una crítica, recordar no hacer al otro lo que no quiero me hagan a mí.ç
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