Muchas personas entienden que ir a la Iglesia todos los domingos es el deber de todo creyente. Otros entienden que la Iglesia tiene otros servicios que el feligrés de misas no se da por enterado.

La gente no tiene conocimiento de los diversos servicios que ofrece la Iglesia a la comunidad. No es sacramental solamente. No, existen servicios sociales a favor de los más necesitados, de las personas enfermas, de las personas sin techo, de las personas sin familia que un laico/a comprometido le acompaña en sus situaciones.

En este momento les hablare de una mujer servidora, creyente, de fe, solidaria, trabajadora, madre, esposa y además, madrina de casi todas las personas menores y jóvenes de su sector parroquial.

Les escribo sobre la señora Felicita Dishmey, quien es y ha sido trabajadora social en su sector eclesial, pero en lo personal es sumamente especial, ya ella tiene siempre las expectativas de ir mas allá de lo previsto.

Ella, Felicita como madrina tiene que dar todas las mañanas las bendiciones a cientos de niños, niñas y adolescentes; a la cual sus padres la seleccionaron como guía de sus progenitores por su relación con la iglesia y la comunidad.

Felicita persona integrante de la Renovación Carismática en la cual tiene varias décadas y responsabilidades cristianas.

Además, está en un grupo de salud para visitar a las personas enfermas de la comunidad y el hospital Luis Eduardo Aybar (Morgan), en donde ejerce la función de manera desinteresada a favor de los más pobres.

Ella, Felicita acompaña a la gente en sus diversas luchas, ya sea para formar la junta de vecinos, para fortalecer el Club María Auxiliadora, e intervenir en algún conflicto de sus vecinos. Felicita es una mujer de bien.

Casi no conozco palabras para describirla, ella desde mi humilde posición, es una persona de bien. Ella nunca se rinde, nunca duerme y además, tiene siempre la tentación de brindar apoyo al necesitado.

Para Alexis, Felicita es una persona de bien y para usted. Les presento una mujer que es brillante, alegre, humilde.

Ella aún bajo críticas de vecinos, continúa haciendo el bien. Ya que muchos piensan que realizar el bien implica tener algún interés., en el caso de la distinguida Felicita ocurre todo lo contrario. La hace para ir a Cristo y sobre todo decirle a los demás que usted puede ser una persona de bien.

Te sumas, adelante. Felicita.