Para el equipo de las Águilas Cibaeñas, la corona lograda el pasado miércoles es el resultado del apoyo incondicional que le dio la fanaticada aguilucha al equipo, que motivó a los jugadores a darlo todo en el terreno para lograr esa anhelada corona.

La expresión no es solo del dirigente del equipo, Lino Rivera, sino de cada uno de los jugadores que mostraron gallardía, entusiasmo e interés y que dedicaron el título a los fanáticos aguiluchos. Danny Santana, quien tuvo una destacada actuación en la Serie Final del torneo, dijo que “este triunfo ha sido la satisfacción más grande en mi vida”.

Agregó que jugó con armonía y en cada juego trató de darlo todo para lograr lo que al final consiguieron, la victoria.
En iguales términos se refirió Jonathan Villar, quien dio el crédito a todos los jugadores del equipo y agradeció en gran manera a esa fanaticada mamey que con su apoyo dio un respaldo nunca visto a esta final.

“Todos nos pusimos a una, no éramos los favoritos ante unos campeones Tigres del Licey, de los que no nos descuidamos en ningún momento por conocer su trayectoria, principalmente frente a las Águilas”.

Junior Lake, otro de los hombres clave, principalmente en los últimos tres encuentros, dijo que sentía un compromiso con el equipo cibaeño. Para el panameño, Christin Bethancourt, el ser Más Valioso fue algo grande. Bateó para promedio .421.

“Me siento muy orgullo de jugar aquí, lo hice con armonía, con una fanaticada que en verdad merece el respeto de todos los jugadores