El turista que llega a las zonas de Verón, Bávaro y Punta Cana sufre una serie de acoso y de engaños durante toda su estadía, que yo la he calificado como una especie de expoliación con el objetivo de extraerle el dinero de su bolsillo, para que caigan evidentemente en otros bolsillos muy bien entrenados en la búsqueda de tesoro fácil, prácticamente atracando a los incautos a quienes ofrecen villas y castillos que luego no son tales.
Todo comienza en sus países de origen donde le venden paquetes con el ticket aéreo y hoteles con las estrellas en el cielo, pero no en la realidad, según las clasificaciones establecidas por las organizaciones internacionales con mucha reputación y tiempo en el área.
En ocasiones les colocan a los huéspedes en los bares y restaurantes vino y whiskey del malo para su consumo, y ni pensar en la calidad y alcance de las comidas, las cuales en ocasiones deja mucho que desear, sobre todo en los hoteles de tarifas intermedias.
Luego sigue con la venta de las diferentes excursiones. Hay vendedores que son verdaderas estrellas ofreciendo hasta la luna para convencer a los visitantes a que le compren las excursiones. Hay que reconocer que hay tours muy bonitos, que vale la pena resaltar, como es el caso de la visita a la isla Saona, excelente.
Sin embargo, desde que los turistas llegan al parqueo en Bayahibe, comienzan los vendedores de todo tipo de chuchería, a atosigarlos, acompañándolos hasta la misma orilla de la playa donde van a abordar los botes de las compañías marítimas suplidoras de los servicios de las islas Saona y Catalina, con la complicidad y la indiferencia de los policías de turismo. Viva la experiencia y compruébelo.
Tan pronto se concluye el traslado a la playa, los capitanes de los botes o sus ayudantes se dirigen a los turistas con un envase plástico vacío solicitando abiertamente su cooperación por el trabajo realizado, que barbaridad. Cuando llega a la playa el coquero le ofrece su producto pero sin molestar, me parece perfecto, dos dólares cada coco. Luego les siguen las mujeres del Spa, ofreciendo sus servicios de masaje pero con la molestia para el vacacionista de que van chairlong por chairlong (tumbona en español), ¡Qué barbaridad!
También le venden langostas de treinta y cuarenta dólares, no está mal. Durante el regreso en el catamarán les colocan en la cabeza a los excursionistas una especie de pañuelo con símbolos del país y de Saona, pero su costo es de tres dólares, no está mal.
Las bailarinas del mismo catamarán tienen colocado un envase con algunos dólares en su interior como una especie de señuelo para las propinas espontáneas de los tontos viajeros.
Agréguele a todo esto una especie de paparazzi o fotógrafo que se han inventado las compañías para filmar a los turistas durante toda la excursión con un costo aproximado de sesenta dólares el video, las fotos y algunos cds con música del país, no está nada mal. Pero si usted cree que terminé, asómbrese, al llegar a la orilla de la playa en Bayahibe hay una persona que le toma una foto individual o por familia a los visitantes para al regreso venderle en quince dólares una botella de Mamajuana con la foto adherida a la botella, me parece bien.
En el camino de regreso a los diferentes hoteles la parada obligatoria en una tienda de regalos con precios medalaganarios, o hay alguna regulación al respecto, donde los operadores, choferes y guías reciben comisiones por el consumo total de la venta, que bonito, eh!
Ya de regreso al hotel algunos desaprensivos le preguntan que si les ha gustado el paseo y el trabajo del staff cualquier cosa es bienvenida aunque no obligatoria. Esto es solo una muestra de las cosas que suceden con la expoliación a los turistas que nos visitan, ah se me olvidaba que el Ministerio de Medio Ambiente cobra cien pesos para poder estar en el Parque Nacional del Este y sus islas a través de un brazalete, no se sabe para qué ni a cuáles bolsillos va a parar esa bicoquita que se recauda, y que también si el tour incluye Altos de Chavón (privado) hay que pagar cinco dólares o su equivalente en pesos dominicanos solo por la entrada.
Y a todo esto que dicen las autoridades del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, el Ministerio de Turismo y la Policía Turística (POLITUR).
Hasta la próxima entrega.
