La escuela dominicana estará bajo el foco de la evaluación mediante la aplicación de la prueba PISA, que constituye una iniciativa de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con el objetivo de medir la capacidad de rendimiento de los estudiantes sometidos a dicho examen.

Esta prueba, que se hace cada tres años en más de 64 países, se aplicará desde el 23 de marzo hasta el 30 de abril de este año, participarán 2,400 estudiantes matriculados en 57 centros educativos seleccionados de todo el territorio nacional.

No se trata de una prueba de promoción de grado. Más bien, a través de los resultados se podrá medir el posicionamiento del país en comparación con otras naciones que participarán en la misma.

Los resultados pondrán en las manos de expertos nacionales informaciones de primer orden para asumir retos y recomendar acciones que deberán implementarse en el sistema educativo dominicano en el futuro inmediato.

Hay sectores que adversan la aplicación de la prueba PISA.

Plantean que ese proceso no aportará nada al país. A veces caemos en un pesimismo circunstancial sin tomar en cuenta que el presente tiene un gran compromiso con la educación y la juventud dominicana. En lo inmediato saludamos que se celebre dicha prueba y que los resultados se conviertan en una vitrina que transparente y ayude a tomar los correctivos que hagan falta para seguir afianzándonos en un área tan vital para el desarrollo dominicano.