¿Espionaje ético o moral?

¿Espionaje ético o moral?

¿Espionaje ético o moral?

 El espionaje en el mundo es una profesión casi tan  vieja como la prostitución, con la cual comparte un amplio sentido de falta de ética y riñe con lo moral.

Desde que el mundo es mundo se viene espiando: las vidas privadas, los conflictos y guerras, en la política vernácula y en un sinfín de actividades adicionales.

Con el pasar de la historia siempre se presenta el cuestionamiento de si el espionaje realizado es ético o no.

La respuesta se encuentra siempre según el lado en que está quien define: si es el ganador, fue ético. Si por el contrario es el perdedor, fue inmoral.

Ese cuestionamiento aflora de nuevo en el mundo a raíz del caso de Edward Snowden, norteamericano que se desempeñaba como técnico para los servicios de espionaje de su país, y quien de forma sensacional, utilizando principalmente al periódico inglés “The Guardian”, ha revelado una actividad sistemática de espionaje de parte de Estados Unidos e Inglaterra, las cuales en nombre de su seguridad nacional  han violado todas las fronteras de la privacidad en el acopio de informaciones que el mundo cuestiona su legalidad.

Con la interceptación y almacenamiento de enormes volúmenes de datos, miles de millones de conversaciones y documentos, obtenidos de los cables de fibra  óptica, internet y el espectro electrónico, se ha pretendido detectar actividades terroristas y prevenir ataques o represalias  sin la más mínima observación del derecho a la privacidad.

Aquí en nuestro país la práctica del espionaje es tan vieja como la misma República, y cuidado si no antes, cuando los colonizadores querían acabar con un indígena orgulloso y bravo. Sin embargo, en vez de causarnos rubor, el espionaje es aceptado, sin sanción alguna, como parte del costo del diario vivir, donde cuidarnos la espalda es la norma, no la excepción.



Etiquetas