Esclavas de sí mismas

Esclavas de sí mismas

Esclavas de sí mismas

“No abras los labios si no estás seguro de que lo que vas a decir es más hermoso que el silencio”, reza un proverbio árabe.

Esta expresión que ha estado en boca de grandes pensadores, no solo encierra belleza, sino una profundidad que lleva a reflexionar acerca de lo que hacemos.

Frecuentemente, las personas se convierten en esclavas de sí mismas, porque dicen más cosas de las que hacen. Los pueblos dignos, como los hombres con estatura moral, buscan dar, no recibir; ayudar, y no pedir ayuda.



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