Entre el oro y la cirugía del dolor

Entre el oro y la cirugía del dolor

Entre el oro y la cirugía del dolor

Cuando en 1974 se celebraron los Juegos Centroamericanos y del Caribe en el país, por primera vez el deporte se aproximó a una política en ese sector, los avances de manera formal se iniciaron; desde entonces y hasta ahora, varias disciplinas, en distintas competencias internacionales se han destacado; pero el volibol, como deporte de conjunto es el más aventajado de todos.

Dos títulos de categoría mundial, Brenda Castillo, como la mejor libero del mundo, Bethania de la Cruz con record de más puntos en un partido; así como varios triunfos regionales, han obtenidos las selecciones de voleibol femenino. Esos logros no son casuales, decía que a partir de 1974 el país inicio un acercamiento a una política deportiva; pero más que eso, el esfuerzo individual de cada uno de los atletas, es donde radica el éxito alcanzado.

De alguna manera los que hemos estado vinculado al deporte, sabemos todo el sacrificio y las condiciones de pobreza en la que viven nuestros deportistas, en particular los que practican el voleibol, porla casi nula posibilidad de poder vivir de el, como en otros deportes.

Mientras la selección mayor del voleibol femenino dominicano participaba en el Grand Prix, una de sus integrantes, Cándida Arias, se lesionó la rodilla izquierda, al regresar al país se encontró con la desagradable noticia que su seguro no tenía cobertura para la cirugía, su impotencia, tristeza, desesperación, y creo que hasta rabia, mostraban en forma conjunta su rostro, fui testigo de eso al visitarla a la clínica.

Estando Cándida, Yaguate, como se le conoce, en el centro de salud, sus compañeras de la selección continuaban logrando más triunfos, llegaron a la semi final y luego a la final, donde al vencer a Polonia ganaron el oro por vez primera en ese tipo de competencia mundial, ellas le dedicaron la victoria a la número 8 del equipo, Cándida Arias.
Mientras el país celebra el triunfo de la medalla de Oro de nuestras volibolistas, Cándida se encuentra bañada de doble dolor, el primero, resultado de la cirugía, y el segundo, por no disponer de los recursos económicos, razón que hizo posponer la cirugía; pero encontró la mano de un buen samaritano que apoya el voleibol, el amigo Cristóbal Marte.



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